Economia rentista

Pequeño concepto

Para empezar se debe definir que es un modelo económico rentista, y para esto nos basaremos en la definición que dio el político y economista egipcio Hazem el Beblaui (1987) en el que establece que: Un país rentista es aquel cuya economía se apoya en rentas externas sustanciales que son generadas únicamente por una parte minoritaria de la sociedad y cuyo principal receptor y distribuidor es el gobierno de ese país. Tal es el caso de Venezuela que al depender de  la renta generada por la exportación del petróleo, es incapaz de experimentar algún tipo de desarrollo sostenible en su economía. Esto sumado al atraso de la industrialización  y producción de bienes y servicios dan como resultado un sistema económico decadente y vulnerable. Para modificar esta decadencia hacen faltas fondos de estabilización, políticas cambiarias dinámicas y lo más importante, diversificar la economía.

1. ¿Cuáles son las características de la economía rentista petrolera de Venezuela?

Se define economía rentista, aquella que dependen de la renta generada por una actividad económica, generalmente de la exportación de algún producto básico como el petróleo, que no pueden experimentar un proceso de desarrollo sostenible, ya que al depender de actividades económicas cambiantes y volátiles que están sujetas a realidades externas fuera de su control, se transforman en economías vulnerables y cambiantes.

Durante las últimas décadas la economía venezolana ha sido identificada como "rentista", un término que resume su condición de dependencia de la renta generada por la actividad petrolera. El Estado, como único dueño de las riquezas del subsuelo, ha percibido ingentes recursos de la explotación de los hidrocarburos a través del cobro de impuestos y otros gravámenes, particularmente en los años en los que se han producido abruptos aumentos de los precios de exportación, lo que ha permitido la implementación de políticas de gasto ampliamente expansivas, con importantes repercusiones en la economía interna. Esto ha llevado a la conformación de una estructura económica conocida como capitalismo rentístico (ver Baptista, 1989 y 2005 y Palma, 1989).

La economía rentista venezolana, se ha caracterizado por periodos cíclicos de bonanzas económicas generadas por los altos precios petroleros, que se traducen en intensos aumentos de la demanda, particularmente del consumo, que no podían ser satisfecha con producción local, ya que la oferta interna de productos, no podía expandirse al ritmo que lo hacía la demanda, entre otras razones porque existían limitaciones estructurales, como escasez de mano de obra especializada e infraestructura física poco desarrollada, siendo necesario incrementar notablemente las importaciones para compensar aquel desbalance.

Esto trajo como consecuencia una inevitable escalada inflacionaria lo que contribuyo a crear un déficit creciente en la cuenta corriente de la balanza de pagos, esto, combinado con la incertidumbre acerca de la estabilidad del bolívar, estimuló la salida de capitales, agravándose así el desequilibrio externo.

El consumo privado pierde dinamismo y la inversión privada se contrae intensamente, debido los elevadísimos rendimientos que podían obtenerse en los mercados financieros internacionales y a la aparición de mayores presiones inflacionarias, en parte debido a la materialización de una inflación represada y a problemas de altos costes de producción.

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