Edward Carr: “¿Qué es la historia?

Edward Carr: “¿Qué es la historia?

Los positivistas ponían énfasis en los hechos, que había que averiguar primero, y luego sacar de ellos las conclusiones. La teoría empírica del conocimiento presupone una total separación entre el SUJETO y el OBJETO. Los hechos inciden en el observador desde el exterior y son independientes de su conciencia. El proceso receptivo es pasivo, tras haber recibido los datos se los maneja. Definen el hecho como datos de la experiencia distinta de las conclusiones.

La historia consiste en un cuerpo de hechos verificables. Los hechos los encuentra el historiador en los documentos. Una concepción de sentido común de la historia.

Nuestro razonamiento topa con el obstáculo de que no todos los datos acerca del pasado son hechos históricos, ni son tratados como tales por el historiador. ¿Qué criterio separa los hechos históricos de otros datos acerca del pasado?

¿Qué es un hecho histórico?

Positivismo: existen hechos básicos que son los mismos para todos los historiadores y que constituyen la espina dorsal de la historia. Como una guerra

2 observaciones: por un lado, no son datos como estelo que interesen fundamentalmente al historial. Los llamados datos básicos que son los mismo para todos los historiadores, más bien suele pertenecer a la materia prima del historiador que a la historia misma. Por otro lado, la necesidad de fijar estos datos básicos no se apoya en ninguna cualidad de los hechos mismos sino a una decisión que formula el historiador a priori.

El historiador es necesariamente selectivo. ¿Cómo un dato del pasado se convierte en hecho histórico? Dependerá de una cuestión de interpretación. Este elemento interpretativo interviene en todos los hechos históricos. Ejemplo, el cruce del Rubicón por Julio Cesar

Nuestra imagen ha sufrido una selección y una determinación previas antes de llegar a nosotros, no tanto por accidente como por personas que cc o icc imbuidas de una óptica percibieron y pensaron que los datos que apoyaban tal punto de vista merecían ser conservados y utilizados.

Todo esto es lo contrario a la HEREJÍA DECIMONÓNICA, según la cual la historia consiste en compilación de mayor cantidad posible de datos irrefutables y objetivos. Se entiende que para la historia tradicional, los hechos históricos debían ser objetivos, claros, separados del historiador, donde éste último debía separase del objeto, es decir sin proyectarle su subjetividad.

El error era la fe en esa inalcanzable acumulación de hechos rigurosos vistos como fundamentos de la historia, la convicción de que los datos hablan por sí solos y de que nunca se tienen demasiados datos para así llegar a una historia universal, única, irrefutable. Carr llama FETICHISMO DE LOS DOCUMENTOS, a esta acumulación de datos y documentos posibles, que eran considerados como “templos” de los hechos.

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