El Arte Y Trasformacion Social
Enviado por luisaelenads • 8 de Junio de 2014 • 1.263 Palabras (6 Páginas) • 351 Visitas
El Arte como Experiencia de Transformación Social.
Dizzi Perales, sj
Son frecuentes las discusiones en torno a los aportes del arte en una comunidad, quienes trabajamos en lo artístico y cultural siempre estamos tras la manera de ahondar en las razones de lo que hacemos y lo que aportamos en el tejido social. Consideramos, aún bajo la sospecha de mucha gente, que el papel de los artistas es tan importante y valioso como el de los educadores, politólogos, médicos, economistas, abogados y otros actores sociales; tratamos de ir más allá de las nociones del arte y la contemplación estética enmarcadassólo en el placer desinteresadoy gratuito,pensamos que el arte contribuye a la formación del hombre y el desarrollo de las sociedades. Ahora bien, ¿Cómo entender esta afirmación?
La reflexión del arte y sus aportes ha ocupado no sólo a los artistas y creadores sino también a los filósofos, y a quienes trabajan en la administración pública, cuando de presupuestos e inversión social se trata.
La valoración que hacemos del arte y la cultura y su aporte en la transformación de una sociedad depende de la noción de hombre y sociedad que tengamos; y por supuesto de la noción del arte. “Dime lo que consideras y te diré qué decisiones tomas, en consecuencia cómo actúas”
A continuación algunas consideraciones para aproximarnos a una respuesta.
Metafísica y Antropología: Consideraciones de la realidad y el hombre.
Transformar nuestras comunidades demanda un diálogo profundo con lo realidad, nos exige habitar nuestros espacios y habitarnos; conocer, hacernos cargo y encargarnos de la realidad y de nosotros mismos. Este diálogo profundo “no abarca sólo la inteligencia sino que abarca igualmente el sentimiento, la volición y la praxis humana misma; en todos ellos descansa el enfrentamiento sentiente con la realidad” nos dirá Zubiri. Pero al mismo tiempo este diálogo no es para sólo dejarnos en un presente estático, en el frecuente decir: “Así son las cosas” no nos hace atenernos a la realidad tal cual es, a los hechos como son, sin pensar que puedan ser de otra manera; aferrándonos a un realismo descarnado, egoísta, que es puro presente y que nos niega la posibilidad de ser humanos. Adela Cortina llama a estos “realistas”, realistas de pacotilla, los califica de conformistas que frenan cualquier propuesta innovadora; cuando lo humano, lo realmente humano consiste en la capacidad de crear, ampliando el ámbito de la realidad posible para encontrar siempre ante cualquier problema una salida.
El hombre no es un ser atado a lo dado, a lo existente, sino que lleva dentro de sí, constitutivamente, su apertura de futuro,y por ello está siempre invitado a construir un relato con su historia. Requerimos pues auto-poseer nuestra vida para poder vivirla. Como personas vamos a través de nuestras opciones, poniendo en juego nuestro ser, nuestra personalidad entera y la de los demás. La realidad, en este planteamiento, toma un papel importante pues desde ella yo puedo tomar la figura de lo que yo quiero ser, las personas elegimos la manera de estar abiertos a la realidad. Nos dice Zubiri “Por estar abierto a la realidad y tener que habérnosla con ella, el hombre es autor opcional del argumento de su vida; por ello la trama de su vida no está compuesta únicamente por la mera continuidad y unidad de sus acciones, sino que a la vez está estructurada argumentalmente por la textura de sus opciones, a través de las cuales le va dando figura a su propia vida para que, en el fondo, pueda seguirse dando la vida (57)
Por ello, la realidad se presenta tan importante y no puede sino ser una urgencia encargarnos de ella porque ella constituye. Nos dice Samour que desde el arranque de su vida el hombre, entra en un mundo público que se interioriza en la propia vida, y que configura y conforma
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