El COVID-19 y su impacto en la economía mundial

El COVID-19 y su impacto en la economía mundial.

El COVID-19, probablemente, la epidemia más poderosa de la historia a nivel económico, faltando pocos meses para terminar el año 2019 en la ciudad de Wuhan brotó un virus que la organización mundial de la salud catalogó como una amenaza de nivel alto, y el director de la OMS indicó en ese tiempo que aún no era una emergencia sanitaria mundial pero que podría serlo, pues bien, acá estamos un año y medio después con el mundo a los pies de la famosa pandemia, una pandemia que ha llenado de miedo a las personas a nivel global pero que principalmente ha terminado con la vida de millones de personas y que asimismo ha terminado con millones de negocios que no estaban preparados para que el caos mundial cerrara fronteras, negocios y ciudades enteras.

Es un hecho que la pandemia ha afectado tanto al creador de ésta, China, como al resto del mundo, lo ha afectado no solo en sus sistemas de salud sino también en su economía, unos de los ejemplos sería los sectores turísticos, los mercados bursátiles y las materias primas, que se han resentido en los grandes países y los países tercermundistas que dependen de ellos. Desde que se produjo el cierre de las fronteras a nivel mundial en marzo del 2020 los precios de los mercados virtuales han incrementado estrepitosamente, y es que para finales de febrero del 2020 el valor del bitcoin no dejó de aumentar hasta alcanzar los 9.000 dólares y esta no es la primera vez que analistas financieros vinculan el aumento de las crypto-monedas con crisis humanitarias o momentos de tensión mundial.

Hoy en día la pandemia ha matado alrededor de 3 millones de personas a nivel mundial y ha infectado alrededor de 140 millones, siendo los países con mayor población los más impactados, esta lista la lidera Estados Unidos con más de 31 millones de infectados y cerca de 600 mil muertes, seguido por India con 15 millones de afectados y cerca de 200 mil muertes, pero ahora bien, esta pandemia no alcanza ni siquiera el 3% de la pandemia más poderosa de la historia la cual fue la peste negra, la cual alcanzó a cobrar alrededor de 200 millones de vidas según estimaciones de historiadores. Esto deja claro la manipulación que existe a nivel global por parte de los medios, sin duda, han sido participantes principales para incrementar el miedo entre los ciudadanos, desinformar e inflar números de este COVID-19 que por letal que sea no supera enfermedades actuales como la Fiebre hemorrágica de Marburgo o el virus del Ébola en cuanto a contagio diario y tasa de defunción.

Entonces pues es evidente el impacto económico que este parón histórico ha desatado en miles de industrias, pero todo tiene dos caras y es que existe un negocio que seguramente aprovechará el caos mundial y por esto, sin duda que una de las industrias más beneficiadas definitivamente es la de las farmacéuticas, la cual, gracias a esta crisis de la pandemia tiene el control sobre lo que pueda pasar en la actualidad y en los años venideros. Y es que siempre nos preguntamos a nivel general ¿cuándo esto acabará? ¿Cuándo se podrá viajar como antes? ¿Cuándo podríamos volver a estadios o conciertos con gran aglomeración de público? Y la respuesta a todas estas preguntas la podemos sintetizar en una frase, cuando exista un fármaco eficaz para combatir la enfermedad.

Hoy en día más de 100 vacunas se encuentran en fase de evaluación preclínica a nivel mundial, y 5 de las 10 vacunas en etapa de ensayos clínicos son de origen chino. Y es que China ha comentado que su vacuna será un bien público, es decir, se sienten en deuda con el mundo por la situación que estamos enfrentando actualmente y por esto si China logra sacar la vacuna antes que las grandes farmacéuticas será un golpe duro al capitalismo salvaje que experimentamos en este campo. Esto mismo ha comentado el presidente de Rusia, parece que su mensaje es que con la salud no se juega ni se lucra, amanecerá y veremos.

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