El Cambio Social

“El cambio social”

“Toda sociedad cambia continuamente, de forma intencional o no, y a distintos ritmos. Sin embargo, el cambio social a menudo genera debate, es producto de la invención, de un descubrimiento, de la difusión y/o de conflictos sociales.”1

Con esta premisa la Lic. O`Farril destaca una realidad histórica, que se ha hecho presente a lo largo de la historia de la humanidad. Uno de los factores, la invención, tiene gran peso en la cotidianeidad de la vida pues al producir nuevas ideas y objetos, configura las relaciones sociales .

La difusión en sus distintas formas produce, en el seno de una sociedad y al igual que la tensión y el conflicto , un cambio. Otros factores como la desigualdad en el género, la raza, la sexualidad y la falta de satisfactores de vida, han forzado cambios en todas las sociedades, incluida la mexicana. La importancia de la reflexión resuelve en las varias premisas que O`Farril desarrolla a lo largo del texto como, “el mayor freno al desarrollo económico no es la tradición cultural, sino la dominación mundial por parte de las sociedades ricas”.2 En la cual menciona tambien la Teoría de la Modernización, siendo un reflejo cotidiano nuestro país.

Los grupos sociales, que son parte importante del tejido de cualquier sociedad, además de cumplir ciertas tareas específicas, permiten que las personas se desarrollen como tales y que emerja un sentimiento de igualdad colectiva. Se componen de personas que tienen experiencias o intereses comunes. Los miembros de un grupo social, aún siendo conscientes de su propia individualidad, se reconocen como miembros de ese grupo, de esa forma organizada de pertenecer.

Las organizaciones son divididas para su estudio en formales e informales. Las formales pueden distinguirse fácilmente de los grupos o asociaciones informales de personas ya que se basan las relaciones en compromisos o lealtades impersonales.3

En las formales se caracterizan las relaciones entre sus miembros porque están reguladas de antemano, según un esquema preestablecido, en el que se detallan las

tareas que ha de realizar cada uno. Conforme a distintos criterios se clasifican en utilitarias, normativas y coercitivas.

La inmensa mayoría que trabajan a cambio de un salario son miembros de una organización utilitaria. En el Neoliberalismo y la Globalización se ha creado la opinión, tanto en el ámbito de la economía como de la sociedad, de que es necesario tener relaciones laborales “flexibles”; es decir, que la precariedad es algo connatural a la nueva economía, debiendo ser el objetivo esencial que la sociedad asuma como un valor la estabilidad en el empleo y que lo exija.

Los individuos que integran las organizaciones normativas crean y participan, ademas de ser impulsadas por razones de orden moral o ético. A ellas pertenecen los

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