El Estado moderno como institución política en el África negra y su incompatibilidad con el desarrollo endógeno de los pueblos de la región. El caso del Estado Somalí
Enviado por ErickGail • 14 de Agosto de 2019 • Tesis • 2.523 Palabras (11 Páginas) • 230 Visitas
Título
El Estado moderno como institución política en el África negra y su incompatibilidad con el desarrollo endógeno de los pueblos de la región. El caso del Estado Somalí
Justificación
Hablar de la incompatibilidad del Estado moderno con el desarrollo endógeno de los pueblos negroafricanos es referirse a un tema de Relaciones Internacionales ya que para su análisis hay que considerar actores y factores tanto locales como externos, además de que el Estado es el principal sujeto [a]de la disciplina. En el caso de los factores y actores externos, puedo citar aquellos países y organismos internacionales [b]que buscan desarrollar a África mediante modelos impuestos que responden a una realidad africana oficial y no tanto a una realidad local de las comunidades tradicionales que habitan en la región. Como factores y actores internos, están las comunidades locales africanas, sus instituciones políticas tradicionales, creencias, tradiciones, cosmovisión, cultura, etc.
Es importante decir que dicha problemática debe abordarse desde la visión de los Estudios regionales ya que la idea de Estado moderno fue impuesta de forma generalizada en la región de África negra, hecho que se torna por tanto regional. Hay que decir que una región va más allá de un simple territorio determinado, una región es algo dinámico como un ente vivo que se configura con las formas de vida de sus habitantes, con sus lenguas, costumbres, creencias, cosmovisiones, historia y elementos culturales en general, mismos que fueron minimizados por los Estados modernos en la región de África negra.
A partir de la perspectiva de los estudios regionales, espero dejar claro que el Estado moderno en África negra, ha caído en los errores de buscar el desarrollo de la región a partir de modelos que no son compatibles con los problemas de la sociedad negroafricana actual, de pensar en desarrollar a África y no dejar que ésta se desarrolle a partir de sus propias fuentes de desarrollo, además de que da por hecho que hay modelos universales de desarrollo.
Planteamiento del problema
Las instituciones políticas no tradicionales del África subsahariana, operan con base en un modelo impuesto por la colonización, el cual es incompatible con la realidad negroafricana y el claro ejemplo de esto es el Estado moderno impuesto en la región. Dichas instituciones buscan que el desarrollo de África se logre desde una perspectiva eurocéntrica y estatocéntrica, como si fuera la única vía posible de desarrollo, sin tomar en cuenta que el desarrollo de un pueblo se da desde el mismo pueblo, debe ser un desarrollo endógeno cuyo motor principal sea la cultura, misma que dota de creatividad y de los conocimientos necesarios a los pueblos.
Es importante hacer la aclaración de que son instituciones no tradicionales, puesto que dentro de África aún siguen vigentes y operantes instituciones políticas que funcionan con base en usos, costumbres, tradiciones, creencias y en general elementos culturales previos a la colonización.
El Estado moderno sólo responde a los intereses de ciertos sectores y de aquellas clases dominantes que están más preocupadas por revitalizar y palear la crisis de esas estructuras adoptadas desde su independencia formal. En consecuencia, tiene una gran cantidad de debilidades heredadas de la colonización europea, por lo que se ha vuelto una institución inadecuada y poco eficiente el cual se ha limitado a reproducir los modelos y mecanismos de desarrollo impuestos durante la colonización, minimizando, dejando de lado, relativizando y hasta olvidando aquellos elementos endógenos que pueden resultar verdaderos detonantes para el desarrollo africano.
Dichas debilidades, han generado que el Estado moderno cometa dos errores muy comunes. El primero de ellos es que está buscando la forma de desarrollar a África mediante el aprovechamiento de sus recursos naturales basándose en la implantación de ciencia y tecnología como lo ha hecho Europa hasta el momento y otros países “desarrollados” como los Estados Unidos. El segundo de los errores consiste en que buscan desarrollar a los pueblos africanos en lugar de permitir que sean los mismos pueblos africanos los gestores de su propio desarrollo.
Gran parte de las investigaciones sobre las relaciones entre Estado y sociedad en África se incluye en alguna de estas tres amplias perspectivas teóricas: estructural-funcionalista-pluralista; marxista y neomrxista, y las que ahora se denominan perspectivas sobre el “Estado autónomo”.
Durante la primera década de independencia, la administración para el desarrollo, fue un pensamiento que influyó en gran medida sobre la concepción de desarrollo en África además de influir en la conceptualización del propio Estado. A este se le definía por las funciones que debía realizar en la sociedad para que esta pudiera funcionar adecuadamente.[1]
El pensamiento de la administración para el desarrollo proporcionó la racionalización intelectual para el surgimiento de regímenes no participativos, considerados como los sistemas políticos más eficaces para inducir y administrar el cambio.[2]
La administración para el desarrollo: los instrumentos por medio de los cuales los países en vías de desarrollo han de alcanzar niveles de desarrollo. George Najjar lo expresa de la siguiente manera: La principal tarea de la administración para el desarrollo ha sido el estudio de patrones administrativos y del comportamiento de las sociedades atrapadas en medio de la transición de la vida campesina, rural hacia formas urbanas, industriales y más avanzadas; y el diseño de una serie de lineamientos potencialmente útiles para facilitar ese proceso de transformación.[3] Visualización del desarrollo como proceso de crecimiento económico y modernización
Características de la administración para el desarrollo seguido por los estados africanos e implementados por lo países colonizadores:[4]
- Se piensa que la modernización es resultado de una necesidad histórica. El crecimiento económico se da a través de una secuencia determinista de etapas. Todas las sociedades están destinadas a participar de esta beneficiosa evolución, si bien ésta puede acelerarse con políticas apropiadas
- El desarrollo se puede facilitar mediante la transferencia de tecnología y recursos de los países avanzados a los que están en vías de desarrollo
- El Estado es una institución benévola y es el principal instrumento del desarrollo
- El desarrollo equilibrado requiere del dominio de la ciencia moderna y del control de las palancas de la política pública. Las decisiones relacionadas con el desarrollo deben estar en manos de planificadores benévolos y tecnócratas, protegidos por dirigentes políticos educados y modernizadores
- La burocracia es el vehículo fundamental y paradigma de la administración moderna. Cuando sus miembros tienen la formación adecuada y están equipados con la tecnología apropiada, pueden ser instrumento efectivo y confiable de las élites modernizantes.
- El público sensible y especialmente los líderes de los países en vías de desarrollo, ansiosos por lograr el crecimiento y la modernización, sacrificarán otros valores para obtener estas metas, y recibirán con beneplácito las contribuciones materiales y el tutelaje intelectual de los occidentales.
- La transformación del atraso en progreso será rápida y sus beneficios se compartirán ampliamente. Como el crecimiento económico genera un pleno empleo e incrementa la productividad, no es necesario preocuparse por la distribución.
- El desarrollo traerá consigo un acrecentado bienestar así como la preocupación por una democracia política, pero ambos dependen del mantenimiento de una estabilidad política. Como una participación democrática prematura podría desbordar y desestabilizar las frágiles instituciones políticas, no deberá insistirse en ella durante el periodo de transición.
Lo anterior se puede traducir como que la administración para el desarrollo y la teoría convencional sobre éste, ocupadas por los estados modernos, contribuyen a mantener a las sociedades de la periferia encerradas en un círculo de dependencia y pobreza[c].
Richard Joseph sostiene que en el núcleo de la profundización de la crisis en Nigeria (por ejemplo) se halla la naturaleza ambivalente del poder estatal, heredada de la época colonial considerablemente extendida desde la independencia, en formas que han agravado esa misma ambivalencia,[5]caso que de igual forma se repite en el caso de Somalia y los demás estados de África negra.
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