El Estado Moderno Y Su Responsabilidad Educativa
Enviado por shema1181083 • 30 de Septiembre de 2011 • 1.785 Palabras (8 Páginas) • 1.730 Visitas
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
UNIDAD 19ª MONTERREY, N.L
SUBSEDE : DR. ARROYO , N.L
GRUPO: 1
MATERIA: HACIA LA INOVACION
ASESOR: MAESTRA PATRICIA RODRIGUEZ M.
ALUMNO: VICTOR ANTONIO CENA NERIO.
1° TRABAJO ENVIADO VIA PLATAFORMA.
PROYECTO PEDAGÓGICO DE ACCIÓN DOCENTE
Este es un trabajo en el que se plantea un cuestionamiento del quehacer docente propio, implica la construcción de una perspectiva crítica, desde la cual es posible el desarrollo de la práctica docente nueva y creativa
“EL PROYECTO PEDAGÓGICO DE ACCIÓN DOCENTE”.
El proyecto pedagógico de acción docente se entiende como la herramienta teórico-práctica en desarrollo que utilizan los profesores-alumnos para conocer y comprender un problema significativo de su práctica docente. Nos permite pasar de la problematización d nuestro quehacer cotidiano, a la construcción de una alternativa crítica de cambio que permita ofrecer respuestas de calidad al problema en estudio. Es de acción docente, porque surge de la práctica y es pensado para esa misma práctica. Ofrece una alternativa al problema significativo para alumnos, profesores y comunidad escolar, que se centra en la dimensión pedagógica y se lleva a cabo en la práctica docente propia.
Este proyecto lo desarrollamos los alumnos-maestros, se puede trabajar en colectivo incluso. Es necesario pensar en los criterios básicos para el desarrollo de este proyecto: el proyecto pedagógico de acción docente con pretensiones de innovación se inicia, promueve y desarrolla por los profesores-alumnos en su práctica docente, se construye mediante una investigación teórico-práctico de nivel micro. El soporte material del proyecto no puede ser de gran alcance si consideramos los recursos económicos con que contamos los maestros.
El proyecto pedagógico de acción docente requiere de creatividad e imaginación. Las fases identificables para ello son elegir el tipo de proyecto, elaborar la alternativa del proyecto, aplicar y evaluar la alternativa, elaborar la propuesta de innovación y formalizar la propuesta. Para lograrlo requerimos que en la primera fase problematicemos la práctica docente que realizamos, conceptualizar los tipos de proyecto que ofrece el eje metodológico y elegir el proyecto más apropiado al problema de nuestra práctica docente. Problematizar es el proceso de cuestionamiento e interrogación del quehacer docente. En la segunda fase, debemos proponer una respuesta imaginativa y de calidad al problema planteado, con la perspectiva de superar la dificultad. En su tercera fase, es cuando todo lo planeado se pone a prueba. En la cuarta fase, las evidencias documentadas en el seguimiento y evaluación de la Alternativa Pedagógica de Acción Docente, nos permitirán reflexionar, analizar mejor las acciones, madurar las ideas, buscar otros métodos y técnicas. Finalmente, en la quinta fase, se realizará un documento final, debemos realizar una recuperación y enriquecimiento de los elementos teórico pedagógicos y contextuales que fundamentan la propuesta, debemos realizar una estrategia general de trabajo, elaborar un plan para la puesta en práctica de la propuesta y su evaluación.
“PROYECTO DE INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA”.
En la conceptualización del proyecto de intervención pedagógica se destacan las relaciones que se establecen entre el proceso de formación de cada maestro y las posibilidades de construir un proyecto que contribuya a superar algunos de los problemas que se le presentan permanentemente en su práctica. Uno de los principales problemas son los obstáculos que se presentan cotidianamente para poder transformar o mejorar la calidad de la práctica docente. Algunos de los elementos que le dan contexto al proyecto de Intervención pedagógica son: primero, es fundamental reconocer los discursos y las expectativas que sobre la formación docente han permeado a los Planes de Estudio para maestros en servicio. Debemos apoyarnos en dos momentos importante: revisar el diseño curricular como un proceso académico cuyos resultados dan cuenta de una producción social constituida por esas imágenes que se ponen en juego durante la discusión y formulación del planteamiento curricular. Segundo, el reconocimiento de la dimensión de desarrollo curricular que se sustenta en la idea de que el currículum es una producción cultural que se va construyendo en su interacción con los sujetos que actúan bajo su orientación; es decir, la propuesta de la institución educativa, que, a partir de determinantes sociales y culturales, propone la organización de la acción educativa, que se realiza en el ámbito escolar dentro y fuera de la escuela.
En cuanto a su contenido, todo proyecto de intervención debe considerar la posibilidad de transformación de la práctica docente conceptualizando al maestro como formador y no sólo como un hacedor, el maestro es desde un punto de vista, un profesional de la educación. Con esto, el proyecto debe contribuir a dar claridad a las tareas profesionales de los maestros en servicio mediante la incorporación de elementos teórico-metodológicos e instrumentales que sean lo más pertinentes para la organización de sus tareas.
El proyecto de intervención se limita a abordar los contenidos escolares. Este recorte es de orden teórico-metodológico y se orienta por la necesidad de elaborar propuestas con un sentido más cercano a la construcción de metodologías didácticas que imparten directamente en los procesos de apropiación de los conocimientos en el salón de clases. En cuanto a la metodología, la intervención es venir, entre interponerse, es sinónimo de meditación o de intersección, de buenos oficios, de ayuda o apoyo. Se presenta como el acto de un tercero que sobreviene en relación con un estado preexistente. Se defino como El reconocimiento de que el docente tiene una actuación mediadora de intersección entre el contenido escolar y su estructura con las formas
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