El Estado

estado

El Estado es una sociedad territorial, jurídicamente organizada, con poder soberano, que persigue el bienestar general, entendido como la satisfacción de las necesidades, intereses y valores (libertades, derechos...) de los ciudadanos, a través de una organización administrativo-burocrática. En este nos referimos 3 elementos el fáctico que se refiere a soberanía, sociedad o pueblo, el normativo que es el orden jurídico, legalidad y el axiológico: los fines del estado.

Los elementos

El pueblo o nación:

Se entiende por población al conjunto de personas que habitan dentro de un territorio determinado; en ese sentido se convierte en el ámbito personal de validez del orden jurídico.

Territorio

El territorio es la parte geográfica de la superficie terrestre que pertenece a un

Estado determinado, dentro del cual el gobierno ejerce control y consiste el ámbito espacial de validez del orden jurídico nacional (Garza, 1997: 4). el territorio no solamente incluye

la superficie terrestre sino también el espacio aéreo y las aguas territoriales, por lo

que su extensión es mayor de lo que aparentemente implica el concepto territorio.

Monarquía y republica

La monarquía es una forma de gobierno de un Estado en la que la jefatura del estado o cargo supremo es unipersonal, vitalicia y hereditaria. La monarquía es el gobierno de uno sólo, el término proviene del griego μονος (monos: uno) y αρχειν (arjein: gobierno). A ese único gobernante se le denomina monarca o rey (del latín rex), El poder del monarca se puede identificar con el término actual de soberanía, en donde ésta se concentra con el gobernante, aun cuando se encuentre limitado en sus funciones o poder, lo cual se asemeja a la figura actual de las monarquías constitucionales, por oposición a que radique la soberanía en el pueblo.

A diferencia de la monarquía, la república (del latín res ≪la cosa≫ y publica,

≪lo publico≫), en sentido amplio, es un sistema político que se fundamenta en tres elementos: el orden jurídico, la fuerza de la ley (constitución) y la igualdad de las personas; esto como la forma de frenar los posibles abusos de la autoridad, es decir, limitar la actuación de la autoridad con respecto al individuo, lo cual constituye un postulado básico del liberalismo moderno y es base de los derechos humanos Para que esto se materialice es preciso que el origen del poder sea la propia sociedad, quien detenta la soberanía, de ahí que se siga el principio de la representación por la vía democrática, esto es, que los ciudadanos sean representados por sus pares electos por voto o sufragio popular.

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