El Jurado Seducido
Enviado por bonita190883 • 10 de Febrero de 2012 • 2.080 Palabras (9 Páginas) • 5.204 Visitas
CLINICA PROCESAL PENAL
RESUMEN DEL LIBRO
“EL JURADO SEDUCIDO”
PROFE: MIGUEL ANGEL LOPEZ REYES
ALUMNA: L. IVONNE AREVALO HERRERA
10 de febrero de 2012
INTRODUCCION
Luis de la Barreda Solórzano, hizo una recopilación de varios casos en los que se aprecia las pasiones humanas, circunstancias en las que intervinieron personas y sus respectivas cargas emocionales, lo cual representa una importante aportación en el estudio de las conductas humanas y los factores que las rodean, sobre todo en el ámbito de las resoluciones judiciales o administrativas.
Mediante una serie de narraciones, agrupadas en cuatro secciones, que
habla de controvertidos temas: la justicia y la pasión. La primera sección presenta casos en los que el amor apasionado y el desamor son los protagonistas. La segunda, fenómenos criminales relacionados con usos y costumbres bárbaros, tolerados o propiciados por las autoridades. La tercera, asuntos en los que entran en juego, por un lado, delicadas cuestiones éticas, y, por el otro, el derecho a conducir la vida íntima. La última sección aborda temas antiguos que aun en la actualidad llegan a suceder.
BIBLIOGRAFIA
De la Barreda, Solórzano. Luis. EL JURADO SEDUCIDO las pasiones ante la justicia. Editorial Porrúa.
PRIMERA PARTE
CASOS DE AMOR Y DESAMOR.
La primera parte nos habla de lo que puede ser capas un ser humano cuando se deja llevar por pasiones bajas y un sinfín de sentimientos hacia las demás personas, en muchos de los casos es por que cometieron asesinato y no fueron juzgados debidamente o féminas que se metieron con niños menores de edad, esta clase de casos se toman en cuanta cosas tan simples como la belleza o el amor desmedido.
Esta parte del tema me llama mucho la atención ya que relata varias historias de locura no se si se pueda llamar temporal en la que un número de personas cometen unos delitos graves y otros no tanto como matar, tratar de matarse, acosar entre muchos otros, sigo pensando que la mente es demasiado compleja como para que tu mundo de fantasía se manifieste tan real que no puedes llegar a diferenciar cual es el verdadero. Me pregunto yo un hecho tan simple como el de mandar una carta a alguien diciéndole que la ama con locura y que desearías que estuviera entre tus brazos ¿se puede juzgar? al parecer se hizo solo que sin fundamentos no había como seguir el caso.
Otro caso que trata en esta parte es el de Gloria Trevi donde el autor por lo que entiendo no está de acuerdo con que ella saliera libre ya que aunque nunca obligo a las niñas a acostarse con Sergio Andrade si las alentaba a que lo hicieran ellas lo citan como “consejo”, ella es tan culpable como el solo que eso no se puede juzgar como es medido.
Para terminar esta parte al final hablan de la bigamia de cómo hace mucho ya existía, trata también la homosexualidad como si fuera una enfermedad contando que hace algunos años ellos
María Teresa Landa fue la primera señorita México de la historia al ganar, una noche de 1928, el concurso de belleza auspiciado por el diario Excélsior. La triunfadora- alta y esbelta, las suaves curvas y los finos huesos armonizando el cuerpo, la piel alabastrina, las sensuales ojeras bajo unos enormes ojos oscuros y brillantes que derretían lo que miraban, la sonrisa que era reflejo de su luz interior, el cabello de azabache y seda, el hablar fluido y gracioso, el donaire de los pasos- cautivo a los escrutadores, quienes desde el primer momento que admiraron su rostro y su silueta en la pasarela quedaron convencidos de que ninguna otra concursante podía ser la elegida. Al aparecer al día siguiente sus fotografías los lectores se demoraban en la deleitosa contemplación de la imagen. Nadie puso en duda la justicia del triunfo. El país tenía una inmejorable representante de la hermosura y la gracia de sus mujeres.
En ningún sitio pasaba inadvertida. Por donde andaba atraía las miradas, ya fueran de deleitación de entusiasmo, de deseo, de envidia, de asombro. La atracción crecía al escucharla, pues el ingenio y la simpatía signaban sus palabras. Como todas las mujeres guapas, le gustaba ser vista, y también le gustaba ver el mundo que la rodeaba, observar las cosas, examinar a la gente sumergirse en meditaciones. No había conocido el amor… hasta que se atravesó en su senda, en el que acudió un 3 de mayo de 1928 en aquel velorio, el general Moisés Vidal de 35 años, 17 mayor que ella.
El 1 de octubre, Maria Teresa y Moisés contrajeron matrimonio ante un altar. El padre de la muchacha no pudo evitar la asociación de ideas: se estaban casando Venus y Marte. Al poco tiempo, los cónyuges viajaron a Veracruz, donde el general Vidal recibió la orden de regresar a la ciudad de México. Los esposos se alegraron.
Hombre celoso, Moisés aseguraba así que cuando el saliera no se quedara sola. Ejercitante de sus prejuicios y obsesiones, Vidal prohibió terminantemente a su mujer que hojeara el periódico. Una señora decente no tenia porque enterarse de los crimines y demás incidencias que llenan las paginas de los diarios, sin mas acepto la prohibición.
El 25 de Agosto de 1929, los padres de Maria teresa salieron muy temprano, Maria teresa se levanto media hora después de su marido. Mientras bebía enfundada en una bata de tela azul, una tasa de chocolate vio sobre la mesa el Excélsior. Las 8 columnas de la segunda sección dieron inicio a la pesadilla: “Acusan de bigamia al esposo de Miss México”. El día anterior, otra Maria teresa, de apellido Herrejon, había acudido ante un juez a demostrar que era la legitima esposa de Vidal, con quien había procreado 2 hijas, y ha acusar a su marido por adulterio y bigamia. En esos momentos la madre de la Miss México regreso de sus compras. Alcanzo ha apreciar como su hija, de pie exigía una explicación al bígamo quien, sentado en un sillón, negó cada noticia.
Aquel domingo 25 de agosto de 1929, al levantarse, Moisés Vidal llevo a las sala un libro, una cajetilla de cigarros y su pistola Smith & Wesson que tenia cacha de concha. El arma había quedado sobre una mesita Maria Teresa la vio se lanzo sobre ella y se apunto a la cien.
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