El Mundo En Guerra

El Mundo En Guerra

Causas:

Control del estado. A finales del siglo XIX, los estados habían logrado aumentar sus ingresos de forma extraordinaria, lo que permitía contar con mayores medios para controlar la población.

Imperialismo. Ansioso por obtener nuevos mercados y materias primas bajo coste, los estados europeos se repartieron buena parte de África y Asia. Cuando no quedo nada más que colonizar, las potencias comenzaron a querer las zonas controladas por países rivales.

Paz Armada. Los países incrementaron pronto su fuerza militar para evitar amenazas al tiempo que establecían acuerdos supuestamente defensivos.

Tensión. Entre 1900 y 1914 las grandes potencias de enfrentaron en dos espacios principales. Uno fue Marruecos. Alemania aseguro que se garantiza su independencia frente a las ambiciones de Francia, pero esta recibió el apoyo internacional. El otro fueron los Balcanes, donde se desato la rivalidad entre Austria-Hungría y Rusia por la hegemonía sobre los puebles esclavos.

El Futuro

En el declive europeo el aspecto humano la guerra se cobró 12 millones de vidas. Hubo muchas problemáticas y deudas entre países y su economía empeoro y eso causo que la clase media un empobrecimiento general.

En el orden internacional la guerra supuso el fin de cuatro imperios que fueron Alemania, Austria-Hungría, Turquía y Rusia. Los vencedores impusieron condiciones que generaron resentimiento entre los vencidos.

Como observo el economista británico Keynes, la paz alcanzada en el Tratado de Versalles era imperfecta porque humillaba a los vencidos y abría las puertas a la revancha.

La Paz Armada

Causas de una Conflagración. El desarrollo de los estados europeos a finales del siglo XIX favoreció el incremento del poder militar y de un nuevo colonialismo. Las grandes potencias exhibieron su fuerza armada mientras reconocían la paz como una de las grandes conquistas de la civilización. Pero el equilibro era muy débil.

La Europa a finales del siglo XIX se consideraba el referente de progreso. A menudo se dijo que la guerra, como la peste, era propia de los tiempos antiguos o de países atrasados. Pero lo cierto es que en el seno del Viejo Continente una seria de agravios históricos estaban larvando un conflicto sin precedentes. En 1870, los estados alemanes, acaudillados por Prusia derrotaron a los ejércitos franceses en la batalla de Sedan, provocando la caída del Segundo Imperio. El armisticio posterior fue considerado una humillación para los franceses, que tuvieron que ceder el territorio de Arsacia.

En adelante la III República Francesa buscaría la revancha en todos los campos contra los alemanes, lo que alimento la mutua animadversión. Algo similar ocurrió entre otros estados.

En los Balcanes, donde los nacionalistas esclavos contaban con el soporte ruso frente al Imperio otomano.

Rivalidad en alza. Desde el inicio del siglo, el principio de autodeterminación nacional había animado a los pueblos englobados en grandes estados a reivindicar a su derecho a la independencia.

Grecia, Bélgica, Italia y Alemania lo lograron. Pero muchas de las exigencias nacionalistas seguían pendientes, lo que avivaba tensiones en los grandes imperios europeos y conflictos territoriales entre algunos países.

Las Rivalidades que condujeron a La Primera Guerra Mundial

A principios del siglo, la población estaba dividida en toda Europa por pertenencia a una determinada clase social, solo un sentimiento conseguía todas las diferencias: el nacionalismo. Las rivalidades entre los estados europeos se agudizaron, aumentando por un patriotismo cada vez más fanático y una clara voluntad de superar en todo a los vecinos. Aunque nadie deseaba la guerra, pocos estaban dispuestos a evitarla.

Casi nadie adivino este panorama de tensiones crecientes en riesgo de una contienda larga y generalizada.

Inglaterra, pionera de la Revolución industrial, asentaba la supremacía, pero de modo paulatino otros países se habían sumado a la industrialización: Francia, Bélgica,

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