El Padrino

Las estructuras delincuenciales que hay en el país se proponen realizar las actividades delincuenciales sin correr el mayor riesgo motivo por el que tratan de permear las instituciones, lo que le da la eficacia a estos grupos, y la falta de ética por parte de los funcionarios hace que esta clase de acciones, sean más fácil de lograr.

Al hablar de las actividades criminales y mafiosas, también tiene, como es necesario, el apoyo político y judicial que necesita para desarrollar tareas de esas características. La corrupción que se muestra en la película aparece como dilucidando la corrupción a la que son propensos los funcionarios del estado, en especial los políticos y personajes influyentes. Estos, dejan descuidar el beneficio que deben otorgar a la sociedad, a la cual representan, y se dejan comprar por las organizaciones mafiosas actuando en beneficio de ellos.

Este tipo de corrupción es exactamente lo que sucede en el Estado que no cumple con sus obligaciones de satisfacer las demandas sociales, y que de alguna u otra manera deben ser satisfechas -como es el caso de la seguridad-, si no es por el Estado, por alguna otra entidad con la misma o distinta modalidad, en este caso la extorsión y la violencia.

La lucha mafiosa en la que se compite por controlar las ciudades y los mercados, como en el caso de la película, donde actúan organizaciones administradas sistemáticamente, regidas por relaciones de subordinación y dominación, que llegan a vincularse entre si por medio de relaciones amigo-enemigo, implican verdaderos nexos políticos; de una manera u otra están haciendo política Y es posible demostrarlo porque al igual que en la política, se disputan batallas por acceder al poder, conservarlo, o recuperarlo cuando se lo ha perdido (paramilitarismo, narcoguerrilla), y también porque las dos esferas (política y mafia) la mayoría de las veces son invulnerables a la justicia del Estado, caminan por sendas separadas siempre lo judicial y lo político.

Por otra parte, tanto los políticos como estas organizaciones criminales, buscan el apoyo de la sociedad –público en el caso de la política, y de una forma más oscura en el caso de las mafias-, pero el caso es que tanto una actividad como otra prometen beneficios a la sociedad a cambio de la legitimación de poder que necesitan conseguir (el proceso de paz con las farc).

Las mafias ha permeado todo política, justicia y hasta nuestra policía recordando el caso de mi general Santoyo quien al parecer según cuentan los medios se alió con delincuencia de Medellín y hoy paga condena en Estados Unidos o el caso del papero y muchos otros escondidos.

Una grave denuncia pública formuló la analista política e investigadora de la Fundación Arco Iris, Claudia López, quien dijo que su vida depende de que la Fiscalía y la Policía avancen en las investigaciones sobre corrupción y "connivencia" de autoridades con

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