El Pizarrón, Una Vieja Tecnología
Enviado por pedriitomar • 8 de Julio de 2015 • 1.277 Palabras (6 Páginas) • 261 Visitas
Usos y sentidos del pizarrón
El pizarrón, una vieja tecnología
Enseñar puede entenderse como un impulso a despertar la pasión por el saber, como un llamado a la reflexión crítica, como una entrega prolija y sistemática de "herramientas" o como una pura y necesaria transmisión de conocimientos.
A la hora de diseñar y de concretar acciones enseñantes específicas, sin embargo, este abanico se muestra mucho menos amplio: todos enseñamos, principalmente, hablando y mostrando por medio del pizarrón.
Casi sin excepciones, los mecanismos de enseñanza, a nivel de la "estructura", consisten principalmente en el uso de la voz y del pizarrón.
El pizarrón es, por lejos, la tecnología de enseñanza más extendida y popular del
mundo. Es posiblemente uno de los objetos que las personas ven con mayor frecuencia y regularidad en su vida, al menos durante la infancia y la juventud: se concurre a la escuela, al colegio o a la universidad diariamente, muchas horas, para encontrarse principalmente delante de pizarrones.
Zaldívar Carrillo y Rodríguez destacan también la escasa atención que se presta al pizarrón desde la propia formación de los maestros en la teoría y práctica de la
enseñanza. Trabajar correctamente con el pizarrón, afirman, "exige una preparación específica por parte de los que nos dedicamos a la educación de las nuevas generaciones.
Litwin principia su análisis de los usos del pizarrón con una reflexión:
"En la infancia, más de una vez, pasar al pizarrón se constituía en el lugar del castigo o del premio. Nos conducían al pizarrón la voz alta de la maestra que remarcaba nuestra falta, nuestro olvido o la dificultad. Debíamos escribir en él aquello que era evidente que no sabíamos. En algunas oportunidades, la maestra a continuación ofrecía ese lugar a otro alumno para que acudiese en nuestra ayuda, y la humillación se agigantaba al reconocernos en la ignorancia" (2008:168).
Litwin menciona este carácter disciplinante del pizarrón, pero enfatiza también el
modo en que esta tecnología sirve "para dar cuenta de la ejemplaridad", y que
finalmente su versatilidad reside en el uso que cada docente pueda darle.
Específicamente, Litwin desarrolla características de algunos usos frecuentes del
pizarrón. Se lo utiliza, por ejemplo, para instalar el tema. Retomando ideas de Ausubel, subraya que "un momento esencial del aprender consiste en instalar el tema de la clase, (...) [lo cual] nos permite disponer de los conocimientos que tenemos previos para que lo nuevo por aprender se integre a lo conocido y se posibilite un puente para la comprensión futura y se instale, sin lugar a dudas, el o los conceptos que serán el centro de la clase". Así, cuando la maestra escribe un título en el pizarrón, "coloca a todos los estudiantes frente al desafío de la jornada" (ibid.).
Otro uso frecuente es, para Litwin, el apoyo o énfasis a la comprensión del alumno o a la explicación del docente. En algún caso, el pizarrón es medio de "estrategias que ayudan a dotar de mayor fuerza o de una nueva fuerza -la perceptiva- la explicación" (ob. cit.: 169) y expone jerarquizando, mostrando un tema y sus conceptos centrales, pudiéndose realizar uniones entre los elementos con líneas, rodeos, subrayados, etc. En otros casos, "se trata de la utilización de formas no figurativas que favorecen la comprensión al ayudar a entender la explicación en relación con el campo conceptual, la importancia del tema o el lugar que tienen en la disciplina", o bien puede tratarse de "un apoyo personal del docente a su explicación, como si estuviera haciendo dibujos o escribiendo notas en una hoja cuando explica a otro en una situación reducida" (ibid.).
Otras dos figuras que en el análisis de Litwin se reconocen en el uso del pizarrón son la demostración y la memoria de la clase. Al desarrollar "paso a paso" una actividad de enseñanza con apoyo del pizarrón
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