El Plátano Macho Del Socialismo: Muerte De Hugo Chávez

El plátano macho del socialismo

Ayer se murió Hugo Chávez, hay personas que le lloran en televisión, ¿por qué no transmiten también a las personas que están haciendo fiesta dentro de sus casas aunque no haya luz, no haya harina pan para una arepa en el supermercado y, las redes de telefonía se hayan caído?

Por qué miles de niños y jóvenes tienen que perder 3 días más de clases, claro, lo que es nada en comparación de los cientos de días que ya se han perdido entre todos los demás días de eventos al antojo del comandante. Sí, dicen algunos por ahí que ha alfabetizado a más de 2 millones de Venezolanos, pero, ¿en dónde están?, ¿tú los conoces? Porque yo no los he visto. Yo veo gente sentada en las esquinas, otra que roba y mata con impunidad a lo largo de las calles, porque si roban es porque lo necesitan, decretó el presidente.

Intenta pararte en una farmacia venezolana, con una urgencia, realmente una urgencia de medicamento, vas a tardar alrededor de 1 hora sólo en que te cobren, al final te cobran mal, te dan mal el cambio o resulta que el medicamento no es el que necesitabas. Así empiezas a perder la cabeza, ya sales por decir lo menos, un poco molesto, te armas de paciencia y vas al supermercado por algo de comer.

No es un supermercado cualquiera, es de aquellos “hecho en socialismo” en donde todo está por debajo del costo habitual, ok encuentro refresco, vamos bien, encuentro un poco de mal jamón y buen queso, vamos mejorando, encuentro sólo dos pedazos de carne en el refrigerador, la carne es brasileña de segunda, ¿qué tan mala puede ser? la tomo.

Busco en un pequeño pasillo casi vacío por harina pan para hacerme una comida al estilo “lo que desayunan todos los venezolanos” pero, para variar, no hay, ¿no hay? ¿Cómo es eso posible? ¿Y los venezolanos lo permiten? ¿Un día sin tortilla en México? No quiero pensarlo.

Después de mi correría por los pasillos desgastados, llego a la fila de cobro, una larga, larga, larga fila, cuento que hay alrededor de 30 cajas cerradas y 2 en funcionamiento, yo llevo algunas cosas, pero no necesité carrito. La señora adelante de mi, ¿qué lleva del socialismo? ¡Un plátano macho! Y no es albur mexicano.

¡Un plátano macho! Y todavía me encarga su carrito. Va a buscar, a ver si de casualidad encuentra otro, ese es el único plátano del socialismo, pienso yo. La carne estaba como chancla, mi hermana casi se arranca los dientes, coman la carne del socialismo familia, hay gente que realmente muere de hambre en el mundo y ya quisieran un pedacito de Chávez, ajá.

No me extraña que dentro de algunos años salga a la luz por el garganta profunda número 2, 500 que efectivamente, los gringos le inocularon cáncer a Hugo Chávez...¿es en serio?

Debo olvidar que un venezolano, bueno que dos venezolanos, bueno que todos los fans de Chávez, lo creen. Mi teoría es que mientras una de las hijas del comandante estaba tomándose fotos en la creación del señor Eiffel en Paris, Justin Bieber fue el vehículo para transmitirle el gen del mal a su otra hija, esto en la saliva de un beso inocente y, así sucesivamente, hasta que llegó a la mejilla del presidente.

Bueno ¿y entonces? resulta que el maestro Chávez, culto y educado hasta el tuétano, un hombre leído, brillante por demás decir... ¿qué? ¿por qué me ves feo? ¿estoy equivocado? Ese mesías sí que les ha dado a los pobres, les regaló una tierra que no les enseñó a trabajar y para la que no les acercó los ríos ni las abichuelas, ¿no pudo haber semillas hechas en socialismo y ríos hechos en socialismo o lluvia hecha en socialismo?

Ya sé, debieron llevarse braceros cubanos para que trabajaran la tierra, porque los criollos se echaron como dice la expresión y con el perdón del público: “las bolas al hombro”.

Ese es sólo un sector, entonces resulta que Venezuela, la ex-llamada “sucursal del cielo” extrajo y extrajo y extrajo petróleo, dio y dio pajareras como casas, regaló y regaló muebles y estufas made in china.

La cara del sector más necesitado sonrió

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