El Poder Social

Todos los seres humanos y más los inmersos en una sociedad como la nuestra en la que la injusticia y la violencia son el pan de cada día, buscamos el poder, el poder en relación con algo o alguien y en este caso específico, se busca el poder social. El poder social es definido como la capacidad de controlar, modificar o influir en el comportamiento de otra persona, concepto que expresa en sí mismo una gran potencialidad: hacer que el otro haga lo que yo quiero, cuando lo quiero y como lo quiero. Se podría decir que el poder permite a quien lo posee imponer su voluntad pasando por encima de las motivaciones personales y de las razones sociales.

Pensar en el poder social, es pensar en un poder que surge cuando las personas se reúnen y desaparece cuando se dispersan. Claramente, este poder no sólo implica los miles de actos violentos, en realidad, también abarca cientos de personas que siguen una religión y miles para quienes un comunicado es palabra inmutable y hasta admirada. Pero esto no queda aquí, existen formas de dominación que no siempre son detectados a simple vista, por ejemplo: los discursos y temáticas empleados en los medios de comunicación, las formas de vestir e incluso las reglas impuestas por la misma sociedad.

Este poder nos hace pensar en los hilos invisibles de la comunicación que nos envuelve y nos lleva donde justamente nunca pensamos estar; ejemplo de ello es pensar en los miles de desplazados (inmigrantes) de un país que huyen “obedeciendo” a quien supuestamente tiene el poder de decidir quién se queda y quién no.

Actualmente, la sociedad moderna está amenazada por el fenómeno creciente de la concentración del poder dentro de las organizaciones o instituciones. Las organizaciones modernas, tanto privadas como estatales, se tiende a quedar bajo el control de reducidos, pero poderosos grupos políticos o financieros. En otras palabras podría decirse que en estos tiempos corremos el peligro de que las élites del poder, nacidas en la sociedad a través de procedimientos legítimos, entren en un proceso mediante el cual el poder aumenta y se perpetua a sí mismo retroalimentándose y produciendo, por tanto, más poder.

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