El Solipsismo Político Del POLO En Las Elecciones Presidenciales 2014
Enviado por Carlos435 • 14 de Agosto de 2014 • 2.233 Palabras (9 Páginas) • 223 Visitas
Los resultados de la primera vuelta en las elecciones presidenciales han dejado el ambiente político bastante convulsionado, sobre todo en lo que refiere al tema de paz. Como de costumbre, para la segunda vuelta en las elecciones presidenciales el punto clave son las alianzas entre partidos, y en esta tarea es que hemos visto moviéndose a los dos candidatos en los últimos días. El candidato presidente Juan Manuel Santos, por su parte, a estado sosteniendo reuniones con los parlamentarios elegidos por el hoy fraccionado Partido Conservador; mientras tanto Zuluaga adhirió a su campaña, y nombro jefe de debates, a la excandidata presidencial de esa colectividad. Los verdes por su parte dejaron el “libertad” a sus electores, no obstante, le hacen un giño al proceso de paz, es decir, a la candidatura del actual mandatario.
Pero, ¿por qué los verdes no apoyan de frente y sin vacilaciones la campaña de Santos? Debemos hacer un poco de memoria, nada en la historia política de este país ha sido tan bochornoso como el discurso vacío, hueco y sin sentido del fundador del partido verde, en los días en que se enfrentó a segunda vuelta con el que es hoy presidente de la república; sí, hago referencia a Antanas Mokus y su denominada “ola verde”, que significo para el país una ruptura en la forma de hacer política, una donde no son necesarios los programas políticos, las propuestas y mucho menos las ideas fundamentadas como ideología de alguna clase o grupo particular, en tanto que su propuesta es construir una especie de país nirvana donde las contradicciones de clase y del sistema económico queden reducidas a su mínima expresión.
El Partido Verde, como bien es sabido, es un movimiento fundamentalmente ciudadanista (no en vano las mil referencias a la capital), y la característica esencial de estos movimientos es la crítica desde una perspectiva ética y moral al sistema capitalista, ellos aspiran a aliviar las consecuencias del sistema mediante la agudización de valores democráticos abstractos y el aumento significativo de las competencias estatales, entendiendo que la pobreza, la exclusión, el desempleo y la miseria, no constituyen factores estructurales, sino accidentes de un sistema que puede mejorarse éticamente. Las movilizaciones a las que convoca un movimiento como éste, son alrededor de denuncias sobre las actuaciones inmorales como la corrupción; lo que une a sus copartidarios no es un bloque de ideas e intereses de clase, sino básicamente los juicios morales de aprobación y condena a las actuaciones particulares.
Estas consideraciones son lo que hacen del partido verde un movimiento vacilante en las decisiones políticas trascendentes para el país; pero no son el único partido que ha quedado en el limbo en la segunda vuelta, el POLO también ha dejado un sin sabor en sus electores, esto se ve reflejado en las redes sociales, que para el senador Robledo no son sino pura vagabundería como lo afirmo en RCN radio. El comité ejecutivo del POLO que defendió a capa y sombrero al exalcalde de la capital Samuel Morenos Rojas por los escándalos de la contratación en las obras públicas, el mismo que saco a patadas de la colectividad al alcalde de Bogotá Gustavo Petro, los mismos que decidieron expulsar al Partido Comunista Colombiano so pretexto de doble militancia al integrarse al Movimiento Político Marcha Patriótica; un dato curioso antes de continuar, la candidatura de la doctora Clara López antes de lanzar a Aida Avella como vicepresidenta, solamente contaba con el 4% de la aceptación de los colombianos en todas las encuestas, al finalizar la primera vuelta alcanzaron el 15%, muchos de estos votos fueron de procesos como Marcha Patriótica, y lógicamente ahí están los 500 mil votos que la Unión Patriótica saco al parlamento Andino, no obstante, hoy después de la primera vuelta el POLO celebra como un triunfo sus dos millones de votos, como si fueran propios, y lo más curioso de todo esto es que se los restriegan a Petro, como sí en sus estatutos estuviese inscrito que son un partido de oposición a la Bogotá Humana del progresismo.
El día 29 de mayo del presente año, este acertado ejecutivo decide dejar en libertad a sus electores en segunda vuelta, pero no en la misma medida en que lo hicieron los verdes, estos se inclinan por el voto en blanco, otro dato curioso, el senador Robledo que en la campaña al congreso denigro, ultrajo y califico de poco ilustrados a quienes auspiciaron el voto en blanco, hoy es quizá el único senador que defiende dicha postura, cuando no han pasado dos meses desde las elecciones al parlamento, para Robledo el voto en blanco hoy representa la mejor opción, la opción democrática, etc. Pero los argumentos que aduce el POLO son más complejos en cuanto a la elección entre los dos candidatos a la presidencia, sin embargo, su nivel de complejidad es equiparado a su nivel de invalidez política; ellos afirman que el modelo que propone Juan Manuel es igual al de Zuluaga (léase Uribe), porque lo fundamental no es la paz, sino el modelo económico.
Ante esta apreciación debemos profundizar un poco, el POLO afirma que hay que darle viabilidad a los diálogos, no obstante, su concepto de paz es cercano al del Uribismo, para estos dos la paz no constituye más que el silencio de los fusiles, es decir, el fin de la confrontación militar; al igual que el uribismo, el POLO confunde las causas con las consecuencias, por tal razón piensan que la paz se traduce a una dejación de armas por parte de los grupos insurgentes, y brindarle al Estado el monopolio de las armas (cosa que nunca ha tenido), todo esto sin necesidad de una trasformación del modelo económico y político del país. Pensemos para develar esta falsedad en los puntos de acuerdo que están sobre la mesa de la habana.
Como es lógico en un país como el nuestro, donde el campo ha sido olvidado durante toda la historia de la nación, el conflicto es fundamentalmente campesino, es decir, por la tenencia de la tierra, recordemos que Colombia es el único país de Latinoamérica que no ha realizado reforma agraria, y el 77% de la tierra está en manos del 13% de los propietarios, pero además el 3,6 de este grupo selecto tiene el 30% de la tierra; el 15% de la superficie agropecuaria ha sido despojada de manera violenta, esto son 6,6 millones de hectáreas, y el 80% de los pequeños campesinos tiene menos de una Unidad Agrícola Familiar (UAF). En la mesa de la habana el primer punto pretende contribuir a la solución del problema agrario en el país, brindando cambios profundos
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