El Tunel Juan Pablo Castel

Ernesto Sábato, "El túnel", Edición de Ángel Leiva del 2003

EL TÚNEL

Juan Pablo Castel es un pintor recluido en prisión por el asesinato de María Iribarne. Durante su encierro rememora la cadena de acontecimientos que le llevaron a perder el control, a convertirse en un hombre con el interior oscuro, un hombre poseído por una insalvable soledad, la de la ausencia de la mujer amada hasta el límite, la del engaño que ha convertido su corazón en un pedazo duro y frío de hielo y ha colocado entre sus manos el cuchillo que pone fin al sufrimiento.

Un tema muy fuerte que es tratado en el principio de la obra es la vanidad del hombre que se asoma hasta en el acto de la más pura humildad para, sin quererlo, tergiversar una acción tan austera hasta un especie de alimento para el orgullo y el ego de las personas solo para sentirse bien, casi como un compromiso con la sociedad.

Hay un pensamiento muy recurrente en el personaje de Juan, este es una visión pesimista sobre la personalidad de la gente, el cómo se muestra una falsa cara solo para agradarle a la gente, la forma en la que la gente habla con argumentos de una supuesta índole intelectual casi sin razonar las ideas planteadas, idolatrando cualquier forma de arte, aun siendo la más vacía, tan solo por el hecho de ser arte, solo para ser reconocido como gente culta, dejando de lado la verdadera razón que dio lugar a la creación del propio arte. Podría extrapolar estas ideas a los tiempos modernos donde no se lee por placer sino por moda, donde las esculturas y pinturas postmodernas ya rayan en lo absurdo, donde la música ha dejado de ser una invención tanto complicada como hermosa para dar paso a una mera industria sin otro fin más que el económico, dejando de lado sus bases. En resumen la llamada  “fórmula del éxito”.

Se nota un comportamiento psicológico en Juan Pablo Castel casi esquizofrénico debido a su baja actividad social, cuando se ve en la necesidad de crear situaciones para conocer a María, deduciendo su comportamiento ante ella, dando ejemplos desde los más sosos hasta los más dementes siempre tratando de llegar al punto que lo intrigaba. Algo muy característico en él era la intriga que le generaba María, era tanta que le hacía demasiadas preguntas.

El nombre de “El túnel” viene de una alegoría sobre su situación, el cómo pensaba que él se reprimía de la gente, de algún modo pensando en él encerrado en una cueva casi aislada del mundo exterior, pensando en María como la única persona como el, como si ella estuviera separado de el por medio de dos túneles, refiriendo que cada vez sus túneles se acercaban hasta llegar a un muro de vidrio, donde él podía verla más no tocarla, con algunos tramos oscuros donde a veces no podía verla, sin saber lo que hacía ella hasta que se encontraba con el cristal.

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