El abuso sexual

Las consecuencias físicas es la primordial secuela que deja el abuso sexual en las mujeres. En primer lugar, tenemos las enfermedades de trasmisión sexual (ETS). Estas son infecciones trasmitidas de persona a persona a través del contacto sexual, las causas de estas enfermedades son variadas producidas por hongos, bacterias, virus y parásitos, existiendo más de veinte tipos de ETS, entre ellas están las más concurridas como la gonorrea, sífilis, clamidia, el virus del papiloma humano, y como la más importante el VIH. Según el diario EL CORREO quien cita al Minsa informa. “En el Perú viven cerca de 70,000 personas con VIH, de este grupo una de cada cuatro personas (alrededor de 16,250) no saben que tienen la infección, informó el Ministerio de Salud (Minsa). Solo el 2016 ocurrieron cerca de 2,700 nuevas infecciones en el país (...).En los últimos cinco años (2012-2016), se han notificado un promedio de 5,840 casos de infección por VIH y 1490 eventos de Sida por año)”, (1) informa diario El Correo (2017;1) .

En segundo lugar tenemos los trastornos ginecológicos. Son enfermedades únicas de la mujer que afectan el aparato genital, entorpeciendo la labor reproductiva, muchas mujeres sufren de estas distintas enfermedades, las causas pueden ser por factores biológicos u herencia, así como por el daño causado en caso de una agresión sexual. Para la OMS la violencia sexual no solo consta en el acto de penetración forzosa, sino que va desde el acoso verbal, agrega que.  "Las niñas y las mujeres soportan la carga más abrumadora de traumatismos y enfermedades resultantes de la violencia y coacción sexual ya que son vulnerables a consecuencias de salud sexual y reproductiva como embarazos no deseados, abortos inseguros e infecciones de transmisión sexual” (2) informa la OMS (s/f; 7), además el doctor Gonzales J agregó "tenemos mujeres jóvenes, con un perfil de alta fertilidad y que, en la mayoría de los casos, están siendo objeto de abuso sexual por parte de amigos, conocidos, parejas o exparejas" (3) manifestó en su entrevista a EFE (2018; 1).

Este problema social que afecta a miles de mujeres en el Perú, sin distinción de edad se ha vuelto una problemática en nuestro día a día y somos nosotras las que tenemos que afrontar no solo el hecho de haber sido víctimas de este cruel acto sino las consecuencias que derivan de ellas, ya que como podemos ver acarrea grandes secuelas respecto a nuestra salud física; sin embargo sus cifras de concurrencia siguen creciendo sin que haya quien pueda detenerlo. Las ETS si bien son trasmitidas mediante el acto sexual no significan que este siempre sea concedido.

Como consecuencia del abuso sexual también tenemos las repercusiones en el ámbito psicológico como la depresión o el comienzo de las adicciones de la persona afectada ya que esta acción conlleva un trauma en la vida de la víctima. En primer lugar tenemos los cambios de estado de ánimo. Los cambios en el estado de ánimo, son cambios extremos y repentinos de tu estado emocional. Puedes estar feliz en un momento y furiosa o deprimida al siguiente, sin ninguna razón. Depresión, tristeza, frustración, irritación y furia son las emociones más comunes ligadas a los cambios de estado de ánimo. Estos cambios emocionales se deben a que las alteraciones hormonales de tu cuerpo afectan a la química de tu cerebro. Según Baena, et.al, opina que los estados de ánimo pueden ser de tres maneras, normal, alto y deprimido ya que al haber un trastorno de ánimo la persona pierde el control sobre sí mismo y llega a sentir un malestar general. “El estado de ánimo puede ser normal, elevado o deprimido. Habitualmente las personas experimentan un amplio abanico de estados de ánimo y de expresiones afectivas. El rasgo esencial de los trastornos de esta categoría es que todos ellos reflejan un desequilibrio en la reacción emocional o del estado de ánimo que no se debe a ningún otro trastorno físico o mental. Estos se dividen en dos grupos, trastornos bipolares y trastornos depresivos”, (3) explica Baena, et .al (2005; 3). Además Fernández J y Fernández E. El impacto psíquico de un acontecimiento estresor que supere la capacidad de respuesta de la víctima, determina un daño que se hace muy evidente en el caso de las agresiones sexuales, en las que la sintomatología psicopatológica va a persistir en el tiempo de manera prolongada. La intervención precoz en estos casos, y la extrema sensibilidad que debe regir la respuesta legal y socio-sanitaria, son elementos que junto a las particularidades del estresor y a las condiciones previas de la víctima, pueden limitar o amplificar este daño psíquico y sus posibles secuelas”,(4) agregan Fernández J y Fernández E (2007 ; 1).

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