¿El cambio está en tus manos, palabras o acciones?

¿El cambio está en tus manos, palabras o acciones?

Hablar de política puede resultar complicado para algunas personas, a unas más que otras, según el sociólogo y psicólogo de la Universidad de Standford Robb Willer, “siempre tendemos a ver las noticias que comparten nuestras ideologías y a debatir nuestras ideas con quienes profesan ideologías similares.”. Es cierto que para ser capaz de expresar o debatir ideas sobre política las personas tienen que tener buenas bases, ser capaces de defender sus ideas con información bien fundamentada y lo más importante abrirse a nuevas ideas de pensar, y eso no significa cambiar, si no enriquecer. En el caso de María Amparo Casar Lic. Socióloga de la UNAM puede resultar más fácil exponer sus puntos de vista ya que es una especialista en temas de  política comparada, centrada en congreso sistema presidencial, relaciones ejecutivo legislativo, partidos, elecciones y corrupción. Sin embargo en esta ocasión tema principal son las recientes elecciones presidenciales del 2018 donde resulto por mucho ganador “Morena” encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con María A.C la transición democrática mexicana ha tenido 3 parteaguas: el primero en 1979 durante LI legislatura que tuvo 104 diputados de oposición con el PRI en la oposición dominante. El segundo fue en 1997 el primer gobierno sin mayoría, con una Cámara de Diputados de 261 para la oposición. Después de eso hubo 3 presidentes sin mayoría en una o ambas cámaras y seis legislaturas sin que una fuerza política imponer voluntad. El tercer parteaguas del proceso democrático mexicano es el de 2018 donde López Obrados es el primer presidente desde 1988 que gana la presidencia con más del 50% (53%) y en apenas 4 años de vida desplazó no solo PRD sino al PRI y al PAN. Analizando los datos antes mencionados predecir la existencia de nuevos cambios podía resultar algo predecible, lo único que quedaría por esperar serán los resultados.

Decir que el triunfo de Obrador fue indiscutible se queda corto, pues ha llegado a romper barreras de regiones, grupos de edad y estatus económicos. Tal como menciona Casar, pues gano la elección presidencial en 31 de las 32 entidades federativas, en 82% de las casillas, 92% de los distritos electorales y en 80% de los municipios. Más que una ventaja resulta más un control mayorista, ya que los porcentajes que recibió Morena son demasiado elevados, ocasionando grandes cambios en los sistemas de partidos y el reparto de los mismos. Pero hay que suponer que hechos como este se realizarían pues en el 2000 los tres partidos más  importantes (PRI-PAN-PRD) daban cuenta del 94% de la Cámara de Diputados y el 34% del Senado. El gran perdedor fue el PRI  que  del 41% paso al 9% y 10%.

Para aprobar las leyes ordinarias en ambas cámaras, la coalición AMLO  es demasiado autosuficiente, le sobran 55 diputados y 21 senadores, lo cual implica que la mayoría de las propuestas que haga  Obrador serian aprobadas al tener la mayoría de ambas cámaras con su coalición. Pero algo que también es significante  es la distribución del poder  en cuanto la repartición de los recursos públicos que manejara cada formación política además del presupuesto que eso conlleva, Morena tendrá en sus manos 500 mil millones de pesos que equivale a la suma de los presupuestos de 5 estados. Morena no solo contara con demasiado poder político sino que además estará muy fortalecido en el factos financiero, lo realmente importante en este sentido es ¿Qué va hacer Morena con todo el poder que ha adquirido en estas elecciones?, si nos basamos en las propuestas dadas por dicho partido podríamos asegurar que ese dinero está en buenas manos y será utilizado para lograr el bienestar de la sociedad, sin embargo si nos remontamos a la historia de los partidos políticos no hay nada que asegurar.

Ciertamente AMLO ha logrado vencer varios retos, el partido del presidente controlara el gobierno de la capital a través de 11 de 16 alcaldías, 79 de 160 concejales y 58% del congreso de la CDMX, controlara el 17% del PIB nacional. Con esto México ha dado un gran paso al permitir que un hombre de izquierda llegara al poder.

En vista de que ningún candidato se acercó al tope del monto presupuestal de las campañas Casar hace una dura crítica al expresar que hubo mucho dinero que corrió bajo la mesa y en ese sentido tendría mucha lógica su opinión pues al presentar los candidatos al INE sus gastos, Anaya con 350 millones, Meade 302 millones y Obrador 100.6 millones, cualquiera se sorprendería  al pensar  que solo utilizaron ese presupuesto para pagar la enorme inversión que cada uno de los candidato realizo para sus respectivas campañas.

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