Modelos De Acción Colectiva: Modelos De Cambio Social
Enviado por maroespi • 1 de Noviembre de 2012 • 3.793 Palabras (16 Páginas) • 1.014 Visitas
Resumen
El autor realiza una critica interna de la teoria analítica de la acción colectiva, tal y como
fue formulada por Mancur Olson, mostrando uqe tanto la racionalidad individual como
la colectiva pueden funcionar de forma aperversa)) o de forma socialmente beneficiosa,
dependiendo del contexto. (Redacción)
Palabras clave: acción colectiva, cambio social, bienes públicos, efectos perversoslsubpro-
ductos.
Abstract. Models o f collertive action: models ofsocial change
The article makes an internal critique of the analytical theory of collective action, as it was
established by Mancur Olson. The criticism shows that cither individual or collective ratio-
nality can work in a ((perversenway or in a socially useful way, depending on context.
(Redaction)
Key words: collective action, social change, public goods, byproducts.
Sumario
Dos modelos de acción colectiva
Marx, la acción colectiva de clase y el cam-
bio social
Bibliografia
Quisitramos en este breve trabajo ver cumplidos dos modestos objetivos: uno
analític0 y otro, si se nos permite decirlo asi, hermenéutico. El objetivo analí-
tic0 consiste en ampliar y en justificar por qué debe ampliarse la tradicional
definición de acción colectiva entendida como aquella empresa común diri-
gida a la obtención de un bien público. Veremos asi que surgen dos grandes
modelos de acción colectiva que podríamos denominar, respectivamente, mode-
lo de la mano invisible -siguiendo obviamente la metáfora de A. Smith- y
modelo de la cooperación o, por seguir con la metáfora, de la mano visible. El
78 Papers 44, 1994
Andres de Francisco
interés de esta diferenciación es que nos permitirá considerar el supuesto com-
portamental del egoismo y la maximización de la utilidad individual desde
una nueva perspectiva mis rica en matices. El objetivo hermenéutico, por su
parte, consiste en mostrar cómo Marx aplicó, a veces de forma innovadora,
ambos modelos de acción colectiva para explicar el cambio macrosocial y, muy
especificarnente, el proceso de transición del capitalismo al socialismo. Que
dicha aplicación haya sido consistente es harina de otro costal que tendrá que
cerner la marxologia contemporánea.
Dos modelos de acción colectiva
Desde la seminal obra de M. Olson, The Logic o Collective Actionl, se ha enten-
f
dido la acción colectiva como acción cooperativa orientada conscientemente a
la obtención de un bien público. A su vez, el concepto de bien público, que
es un concepto importado de la teoria económica, se define esencialmente por
el hecho de que nadie puede ser excluido de su consumo, haya o no coopera-
do en el proceso de su obtención2. Si, por ejemplo, el estado hace carreteras
con 10s impuestos que 10s ciudadanos solidarios están dispuestos a pagar, nadie
podrá impedir que yo pasee mi vehiculo por esas carreteras aunque me las haya
arreglado para eludir mi responsabilidad para con hacienda. Me estaré bene-
ficiando entonces de un bien público que no he contribuido a producir y me
habré convertido en 10 que la teoria de la acción colectiva gusta de llarnar fiee
rider, esto es, en un francotirador. Pues bien, ante esta jugosa perspectiva, mi
particular cálculo racional de costes-beneficios siempre me recordará tentado-
ramente que 10 más inteligente por mi parte es abstenerme de cooperar a la
espera de que otos, por 10s motivos que sean, proporcionen el deseado bien
que impune y gratuitamente podré usufructuar. Si partimos del supuesto de
esa racionaiidad en sentido restringido, es decir, en sentido instrumentai y eco-
nómico, entonces el diagnóstico obligado de la acción colectiva es desde luego
el que ya diera Olson, a saber, que la acción colectiva está intrinsecamente abo-
cada al fracaso dado que la lógica maximizadora del fiee rider tenderá a gene-
ralizarse. Como se sabe, la solución que daba Olson a este problema era
básicamente su teoria a d hoc de 10s incentivos selectives en el caso de 10s por el
llamados grupos latentes.
Valga 10 dicho -un apretado resumen de la teoria cceconómica),de la acción
colectiva- como punto de partida de las reflexiones que a continuación pre-
tendemos hacer. Éstas se refieren a dos supuestos tácitos, pero fundamentales,
de la teoria. El primero es que cuando la cooperación es suficientemente alta
(cuando hay, en otras palabras, una masa critica3), entonces el bien público
está asegurado. El segundo supuesto, complernentario del primero, es que la
1. M. Olson, 1965.
2. La otra característica esencial de 10s bienes públicos es su individibilidad,perfecta o imper-
fecta. Al respecto, cf. M. Taylor, 1976 y 1987, cap. 2 en ambos casos.
3. Un excelente tratamiento de 10s modelos de masa critica se encuentra en Thomas C. Schding,
1989, caps. 3 y 7.
Modelos de acción colectiva: rnodelos de carnbio social
Pa~ers 1994 79
44,
causa del fracaso de la acción colectiva es la propia racionalidad individual
entendida como maximización del interés propio. En efecto, el individuo ais-
lado puede tener interés en la obtención del bien, pero paradójicamente su
opción mis racional e inmediata es abstenerse de cooperar. Dicho de otro
modo, la racionalidad económica individual atrapa a 10s sujetos potencial-
mente cooperadores en un dilema delprisionero cuya solución de equilibri0 es,
como se sabe, un resultado sutbóptimo: todos quieren conseguir el m h i m o
beneficio pero todos salen perdiendo.
¿Son estos supuestos acaso inamovibles? Pensamos que no 10 son por la
sencilla razón de que ni el principio de la maximización de la utilidad indivi-
dual vehicula necesariamente el desastre colectivo ni la cooperación -inclusa
cuando es total- es garantia de la provisión del bien público. Efectivamente,
y como contraejemplo de 10 primero, podria defenderse que el crecimiento
económico o la eficiencia en la asignación de recursos -considerados ambos
como bienes públicos- pueden ser el resultado lateral del comportamiento
individualmente egoista en condiciones de mercado perfectamente compe-
titivo. A su vez, un buen contraejemplo de 10 segundo seria la denominada
paradoja de la austeri&d4. Aceptando, en efecto,
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