El ciberacoso escolar
Enviado por laindia1804 • 9 de Mayo de 2022 • Informe • 997 Palabras (4 Páginas) • 86 Visitas
El ciberacoso escolar
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Para comenzar indico que los casos de acoso escolar que saltan a los medios de comunicación son tan solo la punta del iceberg de un fenómeno cada vez más extendido y que está presente en casi todos los centros escolares. Esto ya en sí mismo es grave y bastante lamentable. Así lo advirtió también en estos días la letrada Isabel Ferrer durante unas jornadas sobre “Acoso escolar” celebradas en el Colegio de Abogados de Málaga.
Ante la sensación de impunidad y de desprotección de las víctimas, esta experta en acoso escolar apostó por tipificar penalmente estas conductas y establecer un protocolo de actuación en todos los centros escolares para que se actúe de inmediato. Por supuesto es un problema gravísimo porque tiene consecuencias mucho más dañinas que el acoso físico. Van aumentando mucho más los casos en Internet que los que ocurren en los colegios.
Esto sucede también porque el ciberacoso es una agresión mucho más fácil, porque le permite al acosador un supuesto anonimato, aunque en realidad no es así. Además, en estos casos el agresor no reflexiona a la hora de actuar. Cuando un niño va a dar una patada, empujar o insultar a otro en el recreo tiene que mirar alrededor, ver si no hay profesores… es decir, utiliza una serie de medidas de precaución para salvaguardarse las espaldas; espaldas que aparentemente en el caso de un acoso cibernético no existen. En Internet no existe ese rato en el que el agresor duda de si hacer o no un acto violento; y eso de entrada aumenta la peligrosidad.
Las nuevas tecnologías también permiten una difusión inmensa e inmediata del daño y además se puede actuar las 24 horas del día.
La víctima de un ciberacoso no tiene dónde refugiarse para alejarse del acosador, ese es el gran problema. Cuando un niño es agredido en las puertas del colegio de alguna manera puede protegerse, pero en el ciberacoso no hay un entorno de protección.
Los centros educativos deberían tener protocolos de actuación para estos casos. Los tutores y los colegios conocen cuando existe un acoso escolar y en cuanto surgen los primeros atisbos de que puede haber un caso, deben actuar de inmediato. Y no se actúa, porque en muchos casos no se ven claramente las pruebas y los centros no se la juegan o no se la pueden jugar; a veces, no siempre, no se implican lo suficiente.
En el caso del acoso ponen la excusa, para no actuar, de que son cosas de niños.
Y sobre el ciberacoso, la justificación, a veces cierta, es que como no se hace dentro del colegio ellos no son responsables. Y eso, hay casos, en los que podría ser un gravísimo error.
No hay conciencia clara, tanto a nivel de colegios como de familias, de que hay que estar muy pendientes de estos casos. Al ciberacosador le gusta y se recrea en esas ventajas que le da la Red:
- “El anonimato, la inmediatez, el daño, la difusión inmediata de las vejaciones…”
Es mucho más fácil acosar por esa vía. Lo que sí es cierto es que un caso de ciberacoso ha sido precedido, casi siempre, de un caso de acoso físico.
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