El comerciante se encontraba en el mercado, sentado en una alfombra, vendiendo su mercancía.
Enviado por Nacho Rivera • 19 de Julio de 2016 • Apuntes • 692 Palabras (3 Páginas) • 288 Visitas
El comerciante de Valaquia
El comerciante se encontraba en el mercado, sentado en una alfombra, vendiendo su mercancía.
Vendía todo tipo de objetos, la gente pasaba sin siquiera mirarlo, exceptuando algunas miradas curiosas que se cruzaban con la suya.
- ¡Pasen! ¡Pasen! ¡Precios muy bajos! ¡La mejor calidad!
Los habitantes de Valaquia cruzaban sin siquiera mirarlo, el comerciante seguía intentándolo, llevaba meses trabajando bajo aquel calor, y se había ganado de forma honesta algunas monedas aquella semana, pero eso era apenas para alimentar a su familia, los que cruzaban ignoraban incluso sus gritos y ofertas que decía a los curiosos. Un hombre se acerco a su pequeño bazar, y observo sus objetos unos segundos.
- ¿Le interesa algo señor?
El comerciante lo miraba con los ojos llenos de felicidad, podía vender algo mas y llenar un poco su pequeña bolsa de oro que llevaba colgando de la cintura, la vida de un comerciante era dura.
El hombre observaba las cosas y desviaba la mirada hacia el comerciante, lo miraba de arriba abajo, hasta que se encontró con lo que buscaba, y se concentro en los objetos de nuevo.
El comerciante lo miro con confusión en su rostro, el hombre no decía ninguna palabra y solo miraba, sin siquiera contestar su pregunta.
Y de repente, el comerciante ni siquiera lo vio venir, el hombre lo empujo con fuerza, y el comerciante cayo hacia atrás, y el hombre agarro la bolsa de oro, y antes de que el comerciante se encontrara con el suelo, el hombre ya había desaparecido.
Al levantarse, el comerciante se sacudió la tierra de su traje y comenzó a gritar desesperado
- ¡Ladrón! ¡Ladrón! ¡Se llevo mi dinero!
Al fijarse en la multitud, el astuto ladrón había desaparecido, con sus 67 monedas de oro.
Ese mismo día, al atardecer, el comerciante se dirigió a ver al príncipe de Valaquia, Vlad Draculea, que escuchaba atento a su pueblo, Vlad tenía una reputación cruel y vil en Valaquia y todo el continente, era un hombre sin corazón, conocido por sus torturas y sus viles acciones, y la gente lo llamaba “El empalador”.
Al entrar al castillo, decenas de guardias se extendían a lo largo del pasillo que guiaba al pequeño trono de Vlad Draculea. El comerciante caminaba despacio entre ellos, sobre la fina alfombra de tela, de colores rojos y negros, con el escudo de la familia Draculesti. Un patio se observaba detrás del trono, y desde allí, alcanzaba a ver a algunas personas sin vida, empaladas.
Al llegar frente al príncipe, este le pregunto, con una voz fuerte y firme.
- ¿Que quiere?
La voz sonó en toda la habitación, y un eco se escucho a la lejanía.
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