El deseo mimetico.
Enviado por kathy_727 • 24 de Febrero de 2017 • Reseña • 882 Palabras (4 Páginas) • 229 Visitas
Katherine Cruz Rivera 21 de febrero de 2017
CISO 3121-005
El deseo es mimético: un enfoque clínico
El autor en esta lectura discute el tema de la rivalidad en el ámbito del psicoanálisis. Para él la expresión clínica del deseo mimético es la rivalidad. Él dice, “La rivalidad mimética está siempre enraizada en una de las dos siguientes afirmaciones: la reivindicación del yo por la propiedad de su propio deseo; Y la reivindicación del deseo por su anterioridad, su antigüedad sobre el deseo del otro, el otro deseo que lo ha generado, sobre el que se ha modelado”. Para probar estas afirmaciones el autor hace referencia en tres aspectos diferentes en donde se llega a la rivalidad. Estos tres principales aspectos son: la venganza, los celos y la posesión.
La venganza se desarrolla en los seres humanos por la humillación que cada persona vive. Es decir, a la persona ser humillada esta guarda rencor, odio, ira, tristeza, entre otros. Estos sentimientos se acumulan y mientras más tiempo se tarde, más represalias tomara al momento de vengarse. Algunas personas tratan de canalizar el sufrimiento causado, ya sea en el alcohol, las drogas, la comida, entre otros, para así distraer su mente de la realidad que viven. Sin embargo, esto lo que causa es que no se afronte el problema y empeore la situación. El autor dice que se debe disminuir la humillación, ya que esta es la causa principal. Para esto, él da tres posibles soluciones, la primera es a través del modelo de competición deportiva; en esta se puede comparar a un juego que se perdió, sin embargo, que continúa y por lo tanto ofrece la posibilidad de que se puedan ganar más competiciones. La segunda es la técnica de sustitución, la cual se ofrece un sustituto para reemplazar al ofensor o al vengador. Por último, es tratar de resaltar la importancia del perdón. Por otro lado, los celos son una forma clínica muy común en la rivalidad mimética. Hay varios tipos de celos los cuales son los siguientes: el primero se infiltra en una pareja compuesta de amigos, amantes o parejas matrimoniales. Lo segundo son los celos que involucra a tres personas y es clásica triangular. Cuando existen celos, ya sea por X o Y razón la persona que lo está sintiendo puede llegar a cometer cualquier crimen, ya que no está en sus cabales para pensar fríamente. Por lo tanto, el autor llega a la conclusión y dice, “En tales casos, la persona celosa debe ser tratada con neurolépticos y el cónyuge debe entrar en la psicoterapia para aprender a evitar todos los detalles que pueden provocar la sospecha del otro, todas las actitudes que pueden interpretarse como pistas”. Por último, la rivalidad mimética se puede convertir en posesión. Cuando se tiene posesión las personas pueden llegar a cegarse y dejarse influenciar por otros. El autor da el ejemplo de Sandra, una mujer de 52 años, está casada, tiene tres hijos y está locamente enamorada de Micheline, con quien ha descubierto el amor y que ha revelado su naturaleza lesbiana. Sandra se queja de que Micheline se niega a hacer el amor con ella, le quita mucho dinero, la trata mal, y bebe demasiado alcohol, lo que la hace agresiva y deprimida. La psicoterapia mimética revela la historia de que Micheline: estaba locamente enamorada de una chica criolla, Marguerite, que era hermosa, encantadora, libre, que tenía relaciones con chicos y chicas. Marguerite tomó todo el dinero y la casa de Micheline y luego la abandonó. Clínicamente hablando, Marguerite posee a Micheline, haciendo que le haga a Sandra todo lo que Marguerite le habría hecho. El autor llega a la conclusión y dice, “clínicamente, hay un constante antagonismo entre el interés y el deseo. El deseo, siendo mimético, trabaja constantemente contra el objetivo y el mejor interés del paciente. Dibujar la atención del paciente a esa realidad es una de las cosas más difíciles de hacer”.
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