El dilema de las redes sociales

El dilema de las redes sociales

“El dilema de las redes sociales” es un documental que nos enseña la realidad sobre las redes sociales que todos usamos, en especial Facebook, Instagram y Twitter. Las redes sociales se han vuelto una herramienta indispensable en la vida de muchas personas alrededor del mundo, debido a la facilidad y rapidez que nos ofrece en comunicarnos con múltiples personas alrededor del mundo como amigos, familia o buscar productos y servicios en cuestión de segundos. Sólo Facebook tiene 2,600 millones de usuarios activos mensualmente y 1,730 millones de usuarios activos diariamente. Las redes sociales son de mucha ayuda, pero de igual manera tienen un lado oscuro, hay impactos positivos como negativos y eso es el tema que se trata en el documental.

En este documental nos explican cómo las redes sociales afectan a sus principales y más grandes consumidores, los jóvenes, con problemas psicológicos como ansiedad, depresión, baja autoestima, etc. Las redes sociales pueden transmitir información de casi cualquier lugar del mundo, pero el problema es que muchas veces son “fake news (noticias falsas)” y Facebook transmite más rápido éstas, provocando desinformación. También tratan el tema del algoritmo que va de la mano con las fake news, ya que en el documental se menciona que en redes sociales por cada noticia real existen 6 fake news. Por ejemplo, el algoritmo te puede mostrar sólo publicaciones con noticias acerca de que “el COVID no es real” y te mostrará sólo publicaciones de eso hasta que te lo creas. En el documental nos menciona una frase muy importante: “si el producto es gratis, el producto eres tú”. En este caso, el producto es la información personal de cada usuario, como nuestra ubicación, el tiempo que pasamos conectados a una red social, nuestros intereses como son nuestras marcas favoritas, música favorita, entre otros y éstos son comprados por los anunciantes. El problema en todo esto no es que una empresa como “Coca Cola” o “Adidas” obtengan tu información para venderte un producto, el verdadero problema es que muchas veces los “anunciantes” son grandes políticos que compran estos datos para realizar campañas, causar desinformación para manejar a las masas, entre otros fines.

El dilema de las redes sociales es un problema bastante grande, ya que en realidad hay pocas o nulas regulaciones sobre el uso de los datos que subimos a internet, permitiendo que las empresas las vendan al mejor postor y las utilicen para el fin que ellos crean conveniente, aparte de que, hasta el 2019, sólo el 65.1% de usuarios de redes sociales leen el Aviso de Privacidad, autorizando el uso de todos sus datos sin siquiera saberlo.

Otro error es suponer que los algoritmos de las redes, que seleccionan los contenidos que vemos cada uno de los usuarios, inevitablemente ejercerán poder sobre nuestras decisiones. Esto puede ocurrir e incluso sucede con frecuencia. Pero no es ineludible. En eso Carrión acierta cuando apunta a una alternativa liberal individualista en lugar de la opción estatista: la de relacionarse críticamente con las redes. Esta alternativa, cabe aclarar, no implica asumir una posición ingenua en la que “la solución soy yo”. No obstante, en lo fundamental, la opción personal de ejercer, llanamente, el pensamiento, es lo que puede protegernos de las prácticas problemáticas de las redes sociales, como la obsesión por la deferencia y la referencia a uno mismo. El uso de las redes, desde una posición crítica, necesita liberarse de los clichés que aparentan ser críticos sin llegar a serlo.

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