El día Que Me Quieran

Hoy se cumplen cinco años desde que me fui de mi casa, mi madre prometió venir a verme, pero ya es media noche, empiezo a dudar su venida pero aun tengo esperanzas…

Mi sufrimiento empezó a los ocho años, cuando mi tío abuso de mí sexualmente, no quise hablar de esto con nadie y nunca nadie se enteró pero está presente en mis recuerdos aun, su cara de satisfacción al ver mi cuerpo desnudo y mis ojos inundados de lágrimas y sufrimiento, yo solo era una niña pero la imagen sigue en mi cerebro.

Mi padre era la única persona en la que confiaba pero murió cuando yo tenia tres años y desde entonces mi madre perdió el control sobre el alcohol y olvidó que tenia dos hijas, mi hermana pequeña Sofía y yo.

Crecí…

Y aunque nunca pude, trate de olvidar los traumas de mi infancia, cuando tenia trece años comencé juntarme con una chica de mi clase, su nombre es Karla era muy popular y bonita y cuando me di cuenta ya era tan popular como ella, íbamos a fiestas casi todos los días bailábamos, bebíamos hasta que perdíamos el conocimiento y probamos algunas drogas.

A los quince años mi rendimiento como estudiante se hundió, todo el tiempo discutía con mis maestros, todo el tiempo citaban a mi madre, pero ella nunca fue a la escuela, tuve muchos novios que al final terminaron conmigo porque mi adicción por el alcohol ya era un problema muy grave, hasta que conocí a Alan, dos años mayor que yo, muy guapo, popular y de buena situación económica que tenia las mismas adicciones que yo pero el consumía drogas todo el día y todos los días. Íbamos a todas las fiestas juntos.

Mi mamá nunca se dio cuenta del estado en el que yo llegaba a casa, por lo que lo seguía haciendo. Pero no fue el caso de Karla, sus padres se dieron cuenta, la cambiaron de escuela y nunca supe que pasó con ella, pero yo no de detuve, seguí bebiendo tanto como podía. Un día amanecí en el hospital mi mamá fue por mi, fuimos a casa, y se fue a su habitación, no me regaño, no me dijo ni una sola palabra.

Continúe bebiendo todos los días de la semana y en una de esas fiestas Alan pasaría a dejarme a mi casa en el auto que sus padres le regalaron de cumpleaños, no olvido el momento en el que vi las luces del otro auto, escuche mucho ruido, se nublo mi vista.

Al día siguiente solo vino mi madre y mi hermana, mi madre decía que la perdonara por no cuidar de mi y prometió no hacerle lo mismo a Sofía, me juro que cada año vendrían a verme y traerían flores.

Quiero ver a Sofía que ya debe tener dieciocho y quiero regresar el tiempo y volver a la escuela, me arrepiento de ir a cada una de esas fiestas y quiero abrazar a mi madre y decirle que la amo.

Mi nombre es Diana y morí a causa del alcohol.

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