El fracking en Сolombia

El fracking en Colombia

El fracking o fracturamiento hidráulico es un tema polémico y controvertido a nivel nacional e internacional. Se trata de una técnica de extracción de gas natural y petroleo de yacimientos no convencionales. Para hacerlo, se realiza una perforación vertical de cuatro a cinco kilómetros de profundidad y seguido de esto se introduce agua con productos químicos para fracturar el subsuelo, para que se filtre el combustible hacia el conducto. Esta técnica se emplea cuando hay escaces de yacimientos de petroleo, así que esto conlleva a que se comience a buscar alternativas para la extracción de este. En Colombia esta practica ha sido blanco de críticas y rechazo por las consecuencias ambientales que trae por el uso de químicos tóxicos y lo perjudicial que llega a ser en las fuentes hídricas, entre otras consecuencias, razón por las que en muchos países de Europa, como Alemania y Francia, y  también en el mundo han prohibido esta práctica por el cuidado ambiental.

Historicamente esta practica se incorporó en Colombia desde hace 50 años aproximadamente, con la finalidad de incrementar la producción en los pozos convencionales ubicados en el Magdalena. Esto representó un alza en la producción, razón por la cual se popularizó en el país, según Leyla Tovar Aguirre, funcionaria de Ecopetrol, entre el 5% y 8% de los pozos de campos de Orito, Catatumbo, entre otros campos, ha ingresado a esta tecnología desde el 2012. Esta práctica si bien se ha practicado desde hace más de cinco décadas, ha sido controvertida los últimos años por el gran impacto ambiental y la necesidad de prohibir su implementación.

Por parte del Ministerio Nacional de Minas y Energía del Decreto 3004 el 26 de Diciembre de 2013, “Por el cual se establecen los criterios y procedimientos para la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales” y de la posterior Resolución 90341 de Marzo 27 de 2014, “Por medio de la cual se establezcan requerimientos técnicos y procedimientos para la explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales”, generó controversia en el país entre instituciones y actores respecto a los impactos negativos de este tipo de explotación.

En primer lugar,  hay evidencia científica acerca de los impactos negativos de la actividad en materia ambiental. A esto hay que sumarle que el país no cuenta con información sobre acuíferos ni sobre sismicidad. Y es que según Carlos Andrés Santiago, vocero de la Alianza Colombia Libre de Fracking, “En el caso del Magdalena Medio, donde hay más prospectiva, se trata de una región con mucha inestabilidad. Además, hay ecosistemas sensibles con especies en vía de extinción. No es lo mismo hacer fracking en zonas apartadas o desérticas como la cuenca de Vaca Muerta en Argentina o en Texas”, explica. Otro argumento de Santiago, es que Colombia no cuenta con autoridades expertos en esta técnica como para hacerle frente, dado a que esta practica exige un alto nivel de especialización que no se encuentra en el país.

Por otro lado,  Rodolfo Guzmán, socio director para las Américas de la firma Arthur D. Little y experto en materia de hidrocarburos de esta compañía, asegura que el país ha perdido tiempo valioso para fortalecer su posición de reservas y al respecto él estima que el pico de demanda mundial de crudo (peak oil demand) llegaría hacia 2035 o 2040. Por lo anterior, el futuro económico y energético dejará de demantar tanta cantidad de petroleo, en consecuencia es previsible que los precios comiencen a caer y que la economía de Colombia, que es mayormente dependiente del petroleo, caiga en crísis.

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