El hilo rojo del destino

El hilo rojo del destilo: Luisa y Ángel

Cuenta una leyenda japonesa, que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo pegado en su dedo. Este hilo nunca desaparece y permanece atado, a pesar del tiempo y la distancia, sin importar el tiempo que tardes en conocer a esa persona, ni el tiempo que tardes en verla, ni siquiera importa si vives en la otra parte del mundo: el hilo rojo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.

Un claro ejemplo del hilo rojo del destino es la unión de Luisa y Ángel… Tienen 35 años de casados. Aunque no lo crean, ambos estuvieron varias veces en los mismos lugares, al mismo tiempo, pero sin percatarse el uno del otro, además, vivían en ciudades diferentes.

Luisa vivía en Ccs, mientras que Ángel vivía en Maracaibo, pero sus abuelos estaban residenciados en Ccs y durante las vacaciones Ángel viajaba a Ccs sólo o con sus padres a visitar a sus abuelos, por lo que era un poco más probable que se encontrara con Luisa sin saberlo.

• El primer lugar donde ambos coincidieron fue en una cancha, ángel estaba jugando fútbol con sus amiguitos y Luisa iba pasando por el frente caminando con su mamá, tan sólo tenían 6 años de edad.
• La segunda vez fue durante su adolescencia, Ángel iba con su abuela al supermercado cuando se detuvieron en el semáforo, Luisa iba cruzando el semáforo justo frente a ellos.
• La tercera coincidencia, Luisa había ido a visitar a su tía Natalia, casualmente vivía en el mismo edificio donde vivían los abuelos de Ángel. Luisa iba bajando las escaleras mientras que Ángel las iba subiendo, pero ambos iban distraídos con sus teléfonos y ni siquiera se percataron de que iba pasando alguien a su lado… Eso estuvo muy cerca…
• La cuarta coincidencia, Luisa paseaba a su perrita y Ángel pasó justo a su lado trotando.

Después de graduarse en la universidad, Ángel consiguió un empleo en Ccs, por lo que se fue a vivir a la capital. Con el tiempo, él tuvo muchos conocidos y amistades, era algo sociable, Luisa no lo era tanto, pero su hermana sí.

Un día, un amigo de la hermana mayor de Luisa se casaba, la hermana de Luisa quiso que ella la acompañara, eran muy unidas, además, también conocía al novio. A su vez, el novio era compañero de trabajo de Ángel.

Durante la celebración, Ángel va al baño y Luisa va hacia su mesa, Ángel distraído le pisa el vestido, es en ese instante donde uno se percata de la existencia del otro. Ángel le pidió disculpa a Luisa y ella le sonrió, siguieron su camino, pero ambos se parecieron atractivos. Después de verse, Ángel no perdía de vista a Luisa y después de armarse de valor la invitó a bailar. Ambos bailaban y conversaban, no se separaron por el resto de la noche, sentían que en el mundo sólo existían ellos dos… Una vez que se encontraron no volvieron a separarse.

...