El hombre en busca del sentido

UNIVERSIDAD DE LAS CALIFORNIAS INTERNACIONAL

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Comercio Internacional

Valores socioculturales del mundo

El hombre en busca del sentido

Mtra. Lináloe Saucedo

Alumno: Efrén Pablo Hernandez

Carrera: Comercio Internacional

Tijuana, Baja California, a 30 de Julio del 2015.

El hombre en busca del sentido

Como introducción encontramos al psicólogo en un campo de concentración, ahora bien todos los prisioneros llegaron a la concentración, lo cual llegaron en un tren en que todos los prisioneros estaban muy apretados porque era demasiado reducido el lugar, era algo asfixiante hasta al extremo que era muy difícil de respirar, esa era el ambiente demasiado fuera de lo común para los prisioneros. En el camino todos lo que viajaban pensaban que iban a una fábrica de comunicaciones, pero sin embargo los llevaron al campo de concentración que era conocido como Auschwitz. La vida del psicólogo relata sus experiencias como un prisionero, no estuvo trabajando como psicólogo en el campo de concentración, ni siquiera como médico, era un prisionero más, todo el tiempo estuvo trabajando en el campo.

Después de unos días que pasaron en una barranca en donde cabían muy pocas personas aproximadamente 200 prisioneros, los 1100 prisioneros sufrieron mucho de enfermedades, los que físicamente se encontraban muy mal, parecían enfermos o débiles estos eran llevados a la cámara de gas o muchos de ellos eran llevados a los crematorios y todas los demás personas estaban disponibles para trabajar, muchos de ellos no regresaron porque era un ambiente o la vida que llevaban muchos murieron, muy pocos lograron sobrevivir gracias a que utilizaron métodos poco éticos con la finalidad de sobrevivir. Creo que todos lo que formaban parte del campo de concentración Vivian con la ilusión de que seriamos liberados, de que al final todo iba a salir todo bien, sin embargo todo fue lo contrario porque vivir ahí era algo complicado y no tenían la más mínima idea de que serían explotados y maltratados, como anteriormente mencionamos hasta el extremo de que muchos murieron.

A todos los prisioneros al momento de llevarlos al campo de concentración los dejaban sin nada, más bien sin pertenencia alguna, prácticamente son alejados de todo tanto de su familia, pasa tiempos, trabajo. Lo cual esto prácticamente los llevaron a la de perder toda sus ilusiones despojándolos de todo lo que los hacía sentir bien, viviendo en una oscuridad y sin tener razón alguna de felicidad. Para los prisioneros la manera más fácil de quitarse la vida o bien suicidarse era la de lanzarse contra la alambrada, esto era una de las maneras más fáciles para quitarse la vida en el campo de concentración, pero en el caso del psicólogo decidió no hacerlo porque siempre tenía la esperanza de sobrevivir. De todas maneras las ilusiones que alguno de nosotros teníamos, se perdió poco a poco, la mayoría se sintió embargo por un humor macabro. Supimos que nada teníamos que perder como no fueran nuestras vidas tan ridículamente desnudas. Bien yo había experimentado  ya antes la oscuridad como reacción fundamental ante ciertas circunstancias, cuando en una ocasión estuve de perder la vida en un accidente de montañismo, fue un momento crítico sobre si saldría con vida o si sufriría cualquier otro problema por el accidente que había tenido.

Todos los prisioneros que se encontraban en el campo de concentración pasaban por una pasa de apatía, sentían muchas emociones y sentimientos por su familia y su hogar, después de una nostalgia y al final una repugnancia por todo lo que estaban viviendo en el presente y todas las cosas que estaba pasando a su alrededor. A muchos de los prisioneros se les entregaba un uniforme andrajoso que por comparación parecían espantapájaros elegantes, entre los barracones de los campos había nada más que un barro y cuando más se trabajaba para eliminarlo más se hundía uno en él. Por la mañana temprano, cuando todavía estaba oscuro, el prisionero de plantaba frente a la puerta, junto con su destacamento, listo para marchar, oía un grito y veía tirar golpes al suelo a un camarada, se volvía a poner de pie y otra vez lo golpeaban en el suelo.

Todos los que se encontraban en el campo de concentración eran maltratados e insultados por lo que custodiaban el campo de concentración, la verdad los insultos era algo que les hacía daño a comparación a los maltratos físicos, la alimentación que tenían era muy mala, todos los prisioneros estaban desnutridos y entre todos ellos hablaban de sus comidas favoritas con el fin que tuvieran ánimos, al fin de cuentas las conversaciones no eran tan buenas porque solo eran ilusiones. Esto mismo conllevaba problemas como la desnutrición afectaba mucho ya ni sentían deseos sexuales e incluso no podían dormir bien. Todos se habían quedo sin ningún sentimiento alguno por el tipo de vida y entorno donde Vivian, perdieron esa sensación y emoción de amar, algo complicado pero sin embargo asían todo lo posible para sobrevivir, creo que la única salida o para tener libertad de emociones estaba en el amor, en los momentos más difíciles y así pensar en el amor se sitian menos solos y así tenían la esperanza de poder amar, es por ello que algunos de los prisioneros luchaban y no se rendían todo por el amor.

Todo el campo de concentración era tan horrible que los prisioneros estaban en un ambiente poco digno, estos querían un lugar más digno por lo que estaban obsesionados  en encontrar con buscar el arte por todos los sitios, algo tan bello y hermosa que más tenían era ver un atardecer, algo muy hermoso que ellos tenían. Algo que nunca olvidare fue una noche en la que despertaron los gritos de un prisionero, que se agitaba en sueños, el cual era víctima de una pesadilla, siempre me sentido especialmente dolorido por las personas que tenían pesadillas, después de todo quise despertar al hombre y de pronto retire la mano que estaba a punto de sacudirle, asustado de lo que iba hacer, después comprendí que era una forma de vida, que ningún sueño, por horrible que fuera, podía ser tan malo como la realidad del campo que nos rodeaba y a la que estaba a punto de devolverle.

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