El machismo está de moda

El machismo está de moda

El machismo en Latinoamérica es una situación y problemática muy fuerte desde años atrás. El machismo se conoce como el conjunto de actitudes y comportamientos que violentan injustamente la dignidad de la mujer en comparación con el varón, una de sus principales características y que frecuenta más en nuestros países es la degradación de lo femenino; existen infinitas acciones y maneras en las que el machismo es ejercido, sin embargo automáticamente cuando pensamos en la palabra machista o en una persona machista lo relacionamos directamente con la agresión física hacia la mujer, cuando claro que es uno de los miles de casos, pero por el hecho de causar un daño directamente físico le tomamos más importancia, o creemos que solo esas acciones convierten a una persona en machista. Cuando en realidad hay tantas maneras en que el machismo es accionado en nuestra vida diaria, y lo hemos normalizado tanto que ni siquiera nos damos cuenta y lo pasamos por alto, pensando “es una simple frase ¿qué tiene de malo?”, “Solo es la letra de la canción no es literal”, “Es comedia”, etc. Hemos crecido y nos hemos adaptado a una sociedad machista, por lo que cosas tan simples no nos parecen la gran cosa porque no vemos consecuencias que impactan de manera drástica en la persona, como lo son los golpes o cualquier tipo de agresión física.

Decidí tocar este tema ya que es una problemática que lleva prácticamente toda la vida y solo empeora día con día, es preocupante como a la sociedad cada vez le importa menos este tema o lo ve como poca cosa. Es un problema que afecta en todos los aspectos, social, cultural y económico. Latinoamérica es la segunda región más letal para las mujeres en todo el mundo, después de África. De acuerdo a los números de la Cepal, una mujer es asesinada cada dos horas por el hecho de ser mujer. Y dentro de los 25 países con el mayor número de actos extremos de violencia contra las mujeres, 14 se encuentran en América Latina, según el informe del de la ONU.

Estos datos son los que se logran registrar, pero probablemente existen el doble y de miles más maneras de agresión que no se toman en cuenta. Es un horror y una total decepción el mundo en el que vivimos, un mundo en el que por el simple hecho de ser mujer seas sexualizada de miles de maneras, abusada y agredida.

Yo estoy relacionando esta problemática con las “inofensivas” canciones de reggaeton que tanto escuchamos hoy en día, canciones que en su mayoría sexualizan a la mujer de maneras inexplicables y aun así las cantamos sin ninguna conciencia o atención alguna. Es un tipo de machismo pasivo, al que me refería anteriormente y es un tipo de machismo, tal vez no deja moretones o heridas tan visibles, pero la violencia verbal, los apodos denigrantes que usan este tipo de canciones y pasan desapercibidos es lo más preocupante y grave de este asunto.

La música es un reflejo de la sociedad, por lo que influye en ella de una gran manera. Las canciones exitosas se caracterizan por contener un ritmo muy pegadizo y divertido, por lo cual rompen fronteras locales en la actualidad. El gran problema como mencioné son las canciones que se nutren de un machismo existente y encima lo justifican.

El género del reggaeton es una moda, así mismo, Bravo (2017, pág. 25) “el reggaetón ha marcado a los jóvenes de esta generación, ha influido tanto en ellos que copian todo, incluyendo la vestimenta, el comportamiento, queriendo imitar a sus ídolos. Este género ya se escucha por todas partes y cada vez más y más influyen en los jóvenes, este tipo de música es seguido por el ritmo que posee, la mayor cantidad de receptores se ubican en las zonas urbanas.”

El nivel de popularidad y agrado que tiene este tipo de música es impresionante y alarmante, ya que como se menciona los adolescentes oyentes buscan copiar y tomar como ejemplo lo que escuchan en estas canciones, precisamente por la etapa en la que se encuentran de desarrollo, la mayoría aún no tiene la madurez ni el sentido crítico para separar lo que escuchan de lo que hacen, aún más si es algo que escuchan constantemente y con tanta cotidianidad, entonces ¿Cómo se supone que se den cuenta de la gravedad de las palabras que están usando? , muchas veces no saben siquiera el significado de lo que están cantando, ya que ese género abarca a toda latinoamérica y se usa un vocabulario un  tanto diferente en cada país, sin embargo con el mismo grado de morbo y desprecio a la mujer.

Un gran ejemplo del impacto que tiene en la vida de los oyentes de estas melodías es; en un estudio realizado en el 2006 en Rand Corporation basado en el seguimiento de 1,400 adolescentes durante 4 años en Estados Unidos, éste indicaba que cuanto más tiempo pasan los jóvenes escuchando música con contenido sexual “degradante”, antes comienzan su vida sexual e influyen en ella. Según el psicólogo Steven Martino, gracias a aquellas canciones que representan al chico como alguien insaciable sexualmente y a la chica como un objeto sexual, repercute en los roles que asumirán en el futuro unos y otros, indica el estudio. Esto no sucedía años atrás cuando los adolescentes escuchaban música con contenido sexual sano. Como este estudio hay miles de pruebas más, que nos hacen ver como el machismo o estas ideas que plantean este tipo de canciones, meten ideas en la cabeza de la sociedad, mayormente adolescentes, que es la generación que está en formación, donde adquiere el sentido común y la ética para diferenciar lo bueno o malo.

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