El malestar de la globalización
Enviado por Lorena Sua • 31 de Agosto de 2020 • Ensayo • 1.919 Palabras (8 Páginas) • 164 Visitas
EL MALESTAR DE LA GLOBALIZACIÓN
Deysi Lorena Sua Niño
El presente ensayo busca analizar la obra de Joseph Stiglitz concibiendo que nos despliega su amplia visión crítica de la globalización, de los “fundamentalistas de libre mercado” como él denomina a los economistas de libre mercado y de algunas organizaciones internacionales como lo son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Las concepciones que sostiene Stiglitz sobre el papel del estado en la gestión de la economía global, sustentando la necesidad de los gobiernos de adoptar políticas que contribuyan al desarrollo de los países y que por ende procuren una distribución equitativa de esa evolución, reconociendo que el mercado y el estado son complementarios, sin olvidar que el mercado es el eje de la economía, mientras que el estado cumple importantes funciones que son limitadas pero que a su vez pueden moldear la evolución de la economía mundial.
Viviéndose continuamente protestas contra las instituciones y organizaciones internacionales debido al rompimiento de sus promesas como Stiglitz lo señala en el capítulo 1, según, han sido rotas por medidas tomadas en función de razones ideológicas y políticas, en el caso del Fondo Monetario Internacional está la imperfección de los mercados que no quiere ser reconocida, basándose en la creencia de que los mercados generan por si mismos resultados eficientes; supuesto que se ha protegido a pesar de la arbitrariedad de no permitir las intervenciones de los gobiernos en los mercados para conducir el crecimiento económico y así poder trabajar en pro del bienestar social. Debido a este incumplimiento es que nace en Stiglitz su crítica hacia la globalización, describiendo como no se ha visto verdaderamente un desarrollo económico y en los pocos casos en que se ha generado crecimiento los beneficios no son para todos, no se ha logrado con estas políticas económicas implementadas reducir la pobreza ni garantizar una estabilidad. Por ejemplo, El (FMI) fondo monetario internacional no cumplió con su cometido de aportar dinero a los países que atraviesan por coyunturas desfavorables para permitirles adquirir nuevamente un ambiente de pleno empleo, este organismo financiero tampoco ha cumplido con sus funciones de asegurar la estabilidad económica mundial, ni de impedir nuevas depresiones globales, hechos que el organismo sustenta al realizar un análisis de la crisis del este asiático agravada con la exigencia de medidas contractivas como el aumento de los impuestos y los tipos de interés, y la reducción de los déficits, los cuales no se acoplaban a las condiciones de dicho territorio. Tampoco acertó en su cometido de orientar la transición de los países socialistas hacia la economía de mercado. A Stiglitz en el fondo de estos señalamientos le preocupa la inestabilidad global que conduce a un déficit de gobernabilidad. El FMI privilegió incursionar en cuestiones estructurales (privatización, mercados de trabajo, reformas del sistema pensional) y en áreas más amplias de las estrategias de desarrollo mediante la adopción de una postura pre keynesiana de rigor fiscal ante una recesión. La orientación keynesiana de la situación de intervención del estado para mantener el pleno empleo, fue sustituida en la década de los ochenta por la “mano invisible” del mercado. Sin embargo, este método ha fallado, prueba de esto son los errores en serie y ritmo que ha cometido el FMI en todas las áreas en las que ha incursionado en el desarrollo, manejo de crisis y transición del comunismo al capitalismo. El autor analiza el modelo de pensamiento que sustenta los planteamientos del FMI y señala que está cargado de ideología. La ha denominado “fundamentalismo de mercado” por tomar por hecho que los mercados funcionan perfectamente y que la demanda debe asemejar a la oferta; y como no puede existir desempleo en estos modelos, el inconveniente no radica en los mercados y en sus fallas, puesto que las problemáticas generalmente se atribuyen a la esfera política (sindicatos y gobiernos intermediarios en el mercado). En el ámbito de la creación de empleo el método del FMI consistía en eliminar la intervención pública a través de la eliminación de medidas opresivas , la reducción de los impuestos, la contención de la inflación y la facilitación del ingreso de la inversión extranjera , frente a estos aspectos Stiglitz argumenta su oposición afirmando que cuando la información es imperfecta y los mercados inconclusos, la mano invisible no funciona o tal vez muy deficientemente, pero que existen intervenciones gubernamentales anheladas que, en un principio pueden mejorar la eficiencia y la eficacia del mercado.
En el segundo capítulo también son relatadas las disputas que muchos países subdesarrollados libran con el FMI por la suspensión de sus programas, coloquialmente hablando “de lo que se salvaron”, a pesar de los resultados macroeconómicos. Por ende, se experimenta una desproporción de poder que genera tensiones. Países como por ejemplo Etiopía oponían resistencia a demandas como la liberalización indiscriminada de los mercados financiero y bancario, así como a la libre determinación de los tipos de interés por las fuerzas del mercado. Así el autor relata los éxitos alcanzados en países africanos como Uganda, Etiopía anteriormente mencionado y Botsuana, al igual que en el este asiático, específicamente China, donde se cumplieron los ritmos y las secuencias de cada uno de ellos. No obstante, la crítica a los organismos económicos multilaterales por parte de Stiglitz, se ve claramente manifestada en el segundo y tercer capítulos, recalcando la necesidad de que las instituciones económicas internacionales respeten las circunstancias particulares de cada país al momento de realizar los ajustes económicos; sin olvidar, el papel relevante que tiene el estado en dicho proceso.
En el capítulo cuarto se interpreta la catástrofe económica que vivieron los países del este asiático al ser obligados por el FMI a efectuar la apertura indiscriminada de sus mercados de capitales, concretamente los países afectados fueron Corea del Sur, Indonesia y Tailandia. Las consecuencias que trajo con sigo este desajuste, provocado por el movimiento incontrolado de dinero en las bolsas asiáticas, fue la crisis de las economías emergentes en 1997. De inmediato aumento el desempleo, el PIB se desplomo, los bancos cerraron, las pequeñas y medianas empresas quebraron por el alza de los tipos de interés que estrangularon la economía. Con todos estos desafortunados sucesos la devastada situación de un país contagio a los países vecinos, ocasionando una desaceleración económica regional con consecuencias globales que desplomaron los precios de las materias primas y por ende retraso el crecimiento de la economía mundial.
...