El mensaje social del suicidio en la javeriana
Enviado por Silvia Rueda Celis • 10 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 1.180 Palabras (5 Páginas) • 111 Visitas
El mensaje social del suicidio en la Javeriana
Por,
Silvia Carolina Rueda Celis
Código 201920562
Universidad de los Andes
Facultad de Ciencias Sociales
Maestría en Sociología
Bogotá
2019
El mensaje social del suicidio en la Javeriana
Colombia se ha visto conmocionada por el reciente suicidio de un estudiante en la Universidad Javeriana, quien decidió quitarse la vida en uno de los edificios de la institución. Este tema, el del suicidio, es uno de los más delicados y que debe ser analizado cuidadosamente, intentando no caer en especulaciones al extrapolar las condiciones individuales al mensaje colectivo que tienen estos sucesos para la sociedad. En este texto se pretende analizar, desde una perspectiva Durkhemiana, la posible relación entre los programas de becas ofrecidos por el estado colombiano, tomando como ejemplo el programa ser pilo paga, y la decisión de los estudiantes de quitarse la vida. Inicialmente se tendrá en cuenta la visión general que tenía Durkheim sobre el suicidio en las sociedades modernas, donde aludiendo a la moralidad y la influencia religiosa, en una sociedad principalmente católica como la colombiana, la vida es considerada sagrada. Entonces, que los individuos, en este caso los estudiantes, decidan quitarse la vida, más allá de indicar una patología comportamental basada en un caso aislado de “monomanía”, indica que hay, en efecto, una influencia de algo más grande y coercitivo que el mismo Durkheim identificaría como sociedad. Ahora bien, ¿Cuál es esta influencia y cómo podemos analizarla? Pues bien, en este caso particular, entenderemos a la comunidad Javeriana como sociedad y al estudiante como individuo y miembro de la misma. En segundo lugar, se tendrá en cuenta la situación de los estudiantes becados en instituciones de alto nivel académico. Finalmente se busca dar una conclusión respecto al tema planteando cuestionamientos que pretendan generar conciencia para que casos como este no vuelvan a presentarse.
El suicidio, como hecho social, es algo que se impone sobre cierta cantidad de individuos, que más allá de la composición biológica y psicológica de los mismos, alude más a procesos del “estado del alma colectiva”, entonces es importante analizar ese estado del alma desde lo que la mantiene unida, es decir sus fuerzas integradoras. En una sociedad moderna, predominantemente católica como la nuestra, el sistema de valores que moralmente cohesiona a la sociedad sugiere un modelo religioso donde la vida es entregada por Dios como un “don divino” y sólo él puede disponer de ella. Es deducible entonces que existe cierta regulación sobre la “propiedad” de la vida y se está yendo en contra de esa fuerza al no respetar este postulado. Por otro lado, tenemos a la Universidad Javeriana, no sólo como fiel representante de la moral Pontificia, sino también como una de las mejores universidades a nivel nacional, lo que indica un nivel de exigencia académico acorde a su posición privilegiada. Ahora bien, los jóvenes beneficiarios del programa ser pilo paga, que son, en su mayoría, “los mejores estudiantes del país y de menores recursos económicos” (Icetex, 2019). Si bien pueden estar familiarizados con las regulaciones anteriormente expuestas, el contexto de estas cambia radicalmente al ser parte de un estrato socioeconómico diferente y al entrar a compartir gran parte de su tiempo con estudiantes cuya vida se desenvuelve social y financieramente de una manera absolutamente desconocida para el estudiante becado. Frente a esta circunstancia, es de entenderse que se adhieren políticas intrínsecas y nuevas expectativas propias a la clase predominante en el nuevo contexto. Exigencias que pueden ser ignoradas pero que de una u otra forma presionan al individuo a ostentar bienes, títulos y hasta un uso del idioma completamente nuevo. En este punto es necesario citar al propio Durkheim cuando en su libro El suicidio expone que “Un ser vivo cualquiera no puede ser feliz, y hasta no puede vivir más que si sus necesidades están suficientemente satisfechas en relación con sus medios. De otro modo, si exigen más de lo que se les puede conceder, estarán contrariadas sin cesar y no podrán funcionar sin dolor. Ahora bien: un movimiento que no puede producirse sin sufrimiento tiende a no reproducirse. Las tendencias que no están satisfechas se atrofian, y como la tendencia a vivir no es más que el resultado de todas las otras, tiene que debilitarse si las otras se aflojan” (Durkheim, 1897).
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