El ser humano, la cultura y el derecho.

 Materia: Introducción al estudio del Derecho

Nombre del trabajo: Actividad integradora 1.  Ensayo

El ser humano, la cultura y el derecho.

El hombre solo como tal,  necesita a los demás para llegar a una vida, para sobrevivir, educarse, construir, crear, progresar en todos los sentidos; para trascender necesita de los demás.

Nosotros, el ser humano  somos por  naturaleza un ser social, desde el comienzo hemos sido un ser libre con capacidad de elección esto nos ha  permito trascender  nuestras limitaciones, sin esta libertad  no tendríamos una historia, cultura, costumbres que determinen nuestra personalidad; nuestro desarrollo en la sociedad  y por supuesto no habría normas que regulen nuestra conducta.

Aristóteles en su obra “Política” escribió  que:

La ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar o es mal hombre o más que hombre… y el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un dios. Es natural en todos  la tendencia a una comunidad tal, pero el primero que estableció fue la causa de los mayores bienes; porque así como el hombre perfecto es el mejor de los animales, apartado de la ley y de la justicia es el peor de todos… La justicia, es cosa de la ciudad, ya que la justicia es el orden de la comunidad civil, y consiste en el discernimiento de lo que es justo.

Con esto el autor nos da a entender que el ser social no significa  la simple relación con los demás seres, no en las simples relaciones humanas; ser social es cuando a partir de estas relaciones llega a construir e integrar una comunidad en la que la búsqueda del bien común dará paso a una sociedad, la cual será regida por normas que regulen el comportamiento.

Sin estas normas no existiría un avance cultural, aún seguiríamos atrapados en la ignorancia sin saber sobre bien y mal.

Terry Eagleton en su obra “La idea de la cultura” nos señala que:

La cultura evoca un control y, a la vez, un desarrollo espontáneo. Lo cultural es lo

que podemos transformar; pero el elemento que hay que alterar tiene su propia existencia autónoma, y esto le hace participar del carácter recalcitrante de la naturaleza. Pero la cultura también es un asunto de seguir reglas, y en esa medida también implica una interacción entre lo regulado y lo no-regulado.

Lo cual nos lleva a que la  cultura como conjunto de conocimientos, creencias, artes, moral, leyes costumbres hoy en día forma una parte fundamental de nuestro  desarrollo en la sociedad, y que esta cultura nos conlleva a seguir reglas; normas que regulen nuestro comportamiento en la sociedad y la cual es determinante en el nuestro desarrollo.

Gracias a la cultura y a las normas podemos decir que se han buscado métodos para seguir conviviendo en esta sociedad buscando el bien común.

Un ejemplo claro de normas puede ser, Si una Madre no permite a su hija ver películas en las que el contenido sea inadecuado, y en la cual tenga como sugerencia “no recomendada para menores de 18 amos” está siguiendo una norma moral, cuyo incumplimiento o cumplimiento carece de consecuencias.

Muchas normas son convencionales y estas surgen porque las personas se han puesto de acuerdo entre ellas, existen también  normas jurídicas, que pueden tener forma de leyes o reglamentos.

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