El servicio a la comunidad y a la nación
Enviado por diama01 • 20 de Febrero de 2015 • Informe • 435 Palabras (2 Páginas) • 325 Visitas
El servicio a la comunidad y a la nación
Deberes y bendiciones del Sacerdocio, Parte A, 1997
El propósito de esta lección es ayudarnos a comprender las responsabilidades que tenemos hacia nuestra comunidad y nuestra nación.
Introducción
Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, debemos sentir hermandad y amor por todas las personas en todas las naciones del mundo, y especialmente por aquellos que residen a nuestro alrededor, en nuestra comunidad y en nuestra nación. Debemos ser leales a nuestro propio país y gente, y hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para ayudar a nuestro gobierno a satisfacer las necesidades de aquellos a quienes gobierna.
Doctrina y Convenios proclama que: “Creemos que Dios instituyó los gobiernos para el beneficio del hombre, y que él hace a los hombres responsables de sus hechos con relación a dichos gobiernos” (D. y C. 134:1).
Nuestras responsabilidades individuales
Muchos de los problemas de la sociedad tienen lugar porque algunas personas y familias no llevan vidas honradas y morales, o no trabajan para mantenerse. Por lo tanto, antes de que podamos brindar servicio a nuestra comunidad o nación, debemos vivir vidas buenas y honradas, debiendo, en primer lugar, ocuparnos de nosotros mismos y de nuestra familia, y tratar de superar cualquier problema que le afecte.
Como siempre, nuestra mayor responsabilidad es vivir el Evangelio; y al hacerlo, no solamente nos ayudamos a nosotros mismos, sino que también ayudamos a otros, ya que el ejemplo de nuestra vida influirá en otros más de lo que lo harán nuestras palabras. Por ejemplo, en el Libro de Mormón se relata que a la gente de una ciudad inicua se le dijo que el Señor les libró solamente por las oraciones de los justos que vivían en esa tierra.
Solicite a los miembros de la clase que lean Alma 10:22–23.
A veces el Señor bendice a una comunidad entera debido a la rectitud de unos pocos. El presidente David O. McKay ha hablado sobre la necesidad de que los miembros de la Iglesia den un buen ejemplo: “Todos deberían sentir orgullo en hacer del ‘mormonismo’una [palabra] que inspire confianza, templanza, castidad, honradez, justicia, los cuales son principios fundamentales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Al ejemplificar los mismos en nuestra vida, contribuiremos al [cambio] de la sociedad, y nuestra religión traerá como consecuencia mejores condiciones sociales, y la salvación y paz a los hombres aquí y ahora” (Conference Report, octubre de 1927, pág. 14).
Podemos fortalecer a nuestra comunidad y país cuando vivimos vidas honradas y buenas, cuando nos ocupamos de nuestra familia y al orar a fin de recibir la fuerza necesaria para dar un buen ejemplo.
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