El verdadero espíritu crítico
Enviado por Jorge Gutierrez • 21 de Octubre de 2022 • Ensayo • 519 Palabras (3 Páginas) • 69 Visitas
Al pensar en qué mensaje entregar en este nuevo aniversario vienen a mi mente las siguientes preguntas “¿qué sería de la sociedad si la institución llamada escuela no fuera capaz de adaptarse a los constantes cambios sociales para preparar jóvenes capaces de adecuarse a nuevas situaciones?”
¿Es posible pensar en el crecimiento del país si quienes lo conforman no están capacitados para liberarse de los dogmas del pensamiento imperante en un momento histórico?.
La formación escolar debe educar para la libertad; libertad para elegir el propio rumbo, libertad para tomar las riendas de la vida, libertad para entender que si se quiere dar la vida por los sueños, hay que darlo todo. Entonces, la educación debe tener una visión de futuro tanto de quién guía el proceso de aprendizaje, como de quien construye su camino.
La escuela debe ser capaz de anteponerse a los cambios y predecir el país de 20 ó 30 años más; debe pensar que sus alumnos algún día abandonarán la casa y tendrán que enfrentarse solos a su realidad; sin embargo, ésta es cambiante, por lo que aprender modelos que se deben repetir no les servirá.
La sociedad avanza vertiginosamente y los seres humanos han intentado hacer propias las tendencias vividas en otras épocas, para poder tener una guía en el quehacer diario; sin embargo, la educación no consiste en repetir un modelo que dio resultado, sino en tener la capacidad de modelar el hacer en función de los cambios.
Cuando se entregan competencias prácticas sin base teórica; adaptabilidad sin reflexión; contenidos sin contextualización, la persona tiende a renunciar a comprender, y acepta todo sin interrogarse sobre nada.
La verdadera educación debe ser un medio que incentive el espíritu crítico, permitiendo que el ser humano cree y se proyecte utilizando los valores y saberes de su propia tradición.
Es gracias al estudio de las ciencias como se adquiere el modo de pensar que libera de los prejuicios. Es gracias al conocimiento de nuestro entorno geográfico, tecnológico y socioeconómico, como se pueden comprender las potencialidades que se ofrecen al ser humano. Gracias a la historia se aprende la manera en que se hacen y deshacen las sociedades y gracias a ésta, también, se logra percibir la fuerza y las condiciones de la acción política y social.
Es gracias a la literatura, a la filosofía, a las artes como se aprende a precisar, a expresar y a defender lo que se piensa.
Hoy, más que nunca, se hace necesario incluir todas estas herramientas en un currículum cada vez más integrador; donde aquellos que lo vivencien puedan percibir QUÉ son capaces de hacer con las habilidades que van incorporando.
Esta es la educación de la libertad, una educación que moldea la identidad. Una educación que es realmente útil, porque ayuda a descubrir las capacidades que cada individuo tiene, a fortalecer sus preferencias, a apasionarse por desarrollar ciertos talentos; a derribar en fin, supuestas incapacidades, desafiando la opinión ajena.
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