El árbol Y El Sol

EL ÁRBOL Y EL SOL.

Era una vez un sol muy malo, que disfrutaba que la gente contaminara el planeta.

– que sucios son los humanos, decía desde arriba el sol. Hacen que el aire se ponga gris por el humo de sus máquinas, las olas de los mares huelen a drenaje, la arena devora el paisaje y los animales son flacos como cadáveres. Que feliz estoy, me voy a quedar solo sin su alboroto.

En el bosque ya nada más quedaba un arbolito – que solo estoy, pensaba. El sol ya no ilumina, todo es negro y sin vegetación, poco a poco se me acaban las fuerzas y se me va el color.

Un día el árbol tomó una decisión, se armó de valor y fuerte gritó al sol:

-oye tu grande y egoísta sol, ya deja de ser tan malo y ayúdame por favor.

-qué quieres que haga por un árbol tan solitario como tú, ya deja de luchar, pronto nada más estaré yo.

- con tus rayos tapados por las nubes de smog, los humanos no tendrán alimento, sólo habrá frío y noche a su alrededor, entonces tampoco valdrá la pena que calientes o no, ya que nadie podrá ver lo bello y se olvidarán de que existe el sol. Te pido no salgas hasta que vean su error, detén tu movimiento hasta que tengan compasión.

El sol aceptó, y los humanos al no tener luz, comida no hubo, el agua cambió su color, el hielo congeló a toda la población, es que ¡ya no salía el sol!

Entonces los humanos cambiaron, la tierra y el aire limpiaron.

El sol salió libre del cielo nublado, todos contentos de sus abrigos se despojaron, agradeciendo que el astro rey los haya iluminado.

Pero el más feliz era el árbol, ya no estaba solo, crecían árboles a su lado.

Desde entonces el sol prometió, recompensar el valor de aquel árbol que tanto le ayudó, y cada día, primero brilla en cada árbol y en cada flor.

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