Embarazo Precoz en Santa Elena, Ecuador

SANTA ELENA, EMBARAZO PRECOZ

Ecuador es el segundo país latinoamericano con la tasa más alta en embarazos adolescentes, esto según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) quien muestra que en los últimos 10 años estos casos han incrementado un 78%.

Esto no se ha dado por la falta de interés del gobierno en hacer campañas de prevención para que las niñas y adolescentes de 10 a 19 años de edad no tengan relaciones sexuales sin usar protección a temprana edad, ya que existen entidades nacionales e internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que tiene programas para retrasar la maternidad adolescente, también la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo Adolescente (ENIPLA) que pretende prevenir el embarazo en adolescentes, disminuir el número de embarazos no planificados sobre todo en los sectores de mayor pobreza y menor educación, y prevenir la violencia sexual.

Pese a estos programas de prevención, Santa Elena es una de las provincias que presenta más casos de embarazo en niñas y adolescentes de 12 a 19 años de edad, con una cifra aproximada de 3.090 madres con al menos un niño nacido vivo. Cifra que es solo el resultado de un censo realizado en el año 2010 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en el Censo de Población y Vivienda (CPV 2010).

Pero la Guía Metodológica de Prevención del Embarazo de Niñas y Adolescentes, del Ministerio de Educación, en el año 2017 registró 2,247 nacidos vivos de madres de 10 a 14 años de edad que corresponden a 2,8% niños nacidos vivos por cada 1.000 mujeres en ese rango de edad. En el mismo año, hubo 54.051 niños nacidos vivos de madres de 15 a 19 años de edad, que corresponden a una tasa de 70,1% niños nacidos vivos por cada 1.000 mujeres en ese rango de edad solo en la Provincia de Santa Elena.

El problema no radica en que se conviertan en madres, si no en el riesgo que representa para ellas que a su corta edad tengan relaciones sexuales, queden embarazadas y luego tengan un parto normal o una cesárea, pues esto es un riesgo para ellas como progenitoras y para el recién nacido.

Además, de que en algunos casos el rechazo social y/o familiar las lleva a tomar la decisión de realizarse un aborto, que actualmente es ilegal por lo tanto debe hacerse de forma clandestina, que por malas condiciones del lugar y además de que pueden son hacerse por personas que no tiene conocimiento suficiente en medicina, ponen en riesgo de la vida de la niña o adolescente.

Esta decisión en muchas ocasiones es tomada ya que el embarazo es resultado de una violación, que según la Defensoría Pública del Ecuador es cuándo la víctima fue forzada a mantener relaciones sexuales mediante violencia, amenazas o cuando esté privada de la razón, posea una enfermedad o discapacidad o sea menor a 14 años.

Mientras que, será considerado un caso de estupro si la persona mayor de 18 años que recurriendo al engaño tenga relaciones sexuales con otra, mayor de catorce y menor de 18 años.

Y aun así no es legal que ellas como víctimas de tales crímenes tengan acceso a un aborto legal y seguro, por el contrario, son socialmente obligadas a ser madres a su edad por una sociedad auto considerada mayormente conservadora.

Esta es una decisión de la Asamblea Nacional de Ecuador después de que no se alcanzó la votación necesaria (70 votos) para que esta reforma fuera aprobada, pues de 135 asambleístas solo 65 estuvieron a favor de la propuesta dejando como faltante 5 votos; en ésta reforma se pedía la despenalización del aborto en casos de violación y en casos de incesto, estupro o inseminación no consentida ya que actualmente el solo es legal un aborto en caso de que: “la vida de la mujer embaraza esté en peligro y no exista otra forma de evitarlo; y si es consecuencia de una violación a una mujer que padezca discapacidad metal”, esto se indica en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) artículo 150.

Hay otros casos en los que las niñas y adolescentes quedan embarazadas por tener relaciones sexuales consentidas, pero con poco o nulo conocimiento de los riesgos que corre al hacer esto sin tener cuidado alguno.

Uno de estos casos es el de “Daniela” (nombre protegido) quien vive en el cantón de La Libertad, y a sus 17 años de edad mientras cursaba el tercer año de bachillerato se enteró que estaba embaraza cuando tenía 3 meses de gestación.

Ella afirma: “Primero sentí temor porque no sabía qué hacer con un bebé, no sabía la forma en que había que cuidar a un bebé porque como prioridad tenía: estudiar, trabajar salir adelante, no pensaba tener un bebé tan pronto. Pero si sentí mucho miedo, sentí que mis sueños se postergarían, jamás sentí que ahí iba a quedar mi vida y que ya no iba a poder más, lo que yo sentí es que todo lo tendría que dejar para después porque ahora mi prioridad sería mi hija.”

Al preguntarle si por su mente pasó realizarse un aborto dijo que siempre ha estado en su contra, además comentó: “Si fui valiente para hacer ciertas cosas, pues ahora tengo que ser fuerte para soportar las consecuencias.” Y es que a pesar de que, al principio, cuando le dio la noticia a su familia no sintió suficiente apoyo, siempre contó con el apoyo total de su pareja.

Actualmente, están casados y viven juntos, él trabaja como taxista y también en el cuerpo de bomberos, y mientras ella está estudiando en la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE) su mamá le ayuda con el cuidado del bebé.

La enfermera, “Joselyn” (nombre protegido), quién lleva trabajando 5 años en el Hospital General de Santa Elena “Dr. Liborio Panchana Sotomayor” en el área de cirugías, dice que solo en este

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