¿Emociones O Convicciones?

¿EMOCIONES O CONVICCIONES?

Primero tenemos que definir que son las emociones y que son las convicciones

¿Que son las emociones? Son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos ambientales o de uno mismo.

Psicológicamente las emociones alteran la atención, hacen subir de rangos ciertas conductas

Fisiológicamente se reflejan por el sistema biológico, como son las expresiones faciales, los músculos, el tono de voz.

Conductualmente sirve para establecer nuestro comportamiento no importando al ambiente en el que estemos.

Ahora veamos a que nos referimos con Convicciones

¿Las Convicciones que son? Una convicción se refiere a la acción de convencer, quien tiene una convicción, ha sido convencido por una serie de razones en algún sentido especifico.

Poniendo ya en claro que son las emociones y las convicciones podemos ver que es, lo que está predominando en la juventud hoy en día, lo cual nos lleva a que son las emociones lo que domina en ellos, la gran mayoría se deja llevar por el momento, haciendo que esto nos deje dañado nuestro estado anímico, en vez de ser guiado por nuestras vivencias reflexionando cada día, no solo lo que nosotros hemos pasado, sino también lo que ha sucedido a nuestro alrededor, para no cometer esos errores

Siempre he escuchado “que no hay que fijarse en los errores de los demás”, pero no estoy de acuerdo con eso, ya que todo lo contrario hay que fijarse en ellos para no cometerlos nosotros y ver en donde falló para así no caer en el mismo error.

Las emociones juegan un papel muy importante en nosotros, por eso tenemos que saber controlarlas, porque si estamos felices todo lo que sucede a nuestro alrededor funciona mejor, en el estudio, en el trabajo, con la familia, creemos que todo es color de rosa, pero si estamos triste o deprimidos por algo que nos paso ya sea en el trabajo, no nos podemos controlar y en todo estamos mal, como dicen los problemas del trabajo se dejan en el trabajo, para que esto no afecte todo nuestro estado anímico y así no dañar a los demás con problemas que tiene solución.

A los jóvenes nos pueden jugar malas pasadas las emociones y no siempre tenemos la capacidad para manejar los propios estados emocionales. Con frecuencia actuamos motivados por la rabia, los celos, le miedo y la frustración o manejamos patrones inadecuados como la dependencia, la manipulación y el pesimismo. Nos dejamos dominar por los impulsos, nos descontrolamos o podemos tener dificultad para decir lo que sentimos, actuar de manera agresiva frente a algo que nos disgusta o tener apatía para expresar en afecto y el cariño.

Debido al gran impacto que tiene las emociones en muchos aspectos de la vida, es necesario reflexionar sobre las propias reacciones para ser capaces de identificarlas y comprenderlas. Así mismo, es importante aprender a trasmitir las emociones de forma asertiva. Interpretar los sentimientos y vivirlos adecuadamente nos permite estar más preparados para controlarlos y no dejarnos arrastrar por los impulsos, este es un elemento insustituible en la maduración personal.

Aunque nacemos con ciertas predisposiciones emocionales, podemos aprender nuevas capacidades. Todos las personas podemos tener la habilidad para manejar sus emociones, para cambiarlas, estimularlas, redirigirlas o frenarlas, sin que dependan de las circunstancias que se esté viviendo. Cuando una persona, por ejemplo, tiene una predisposición a ser agresivo en sus reacciones, puede aprender a controlar este tipo de conductas.

Todo esto implica entender lo que sucede a nivel emocional, integrarlo en el pensamiento y ser consientes de las consecuencias que generan los cambios emocionales. Vivir en armonía y convertirnos en personas maduras, equilibradas, responsables y felices exige reconocer y percibir nuestros sentimientos de manera apropiada y precisa, es decir entender, asimilar y comprender adecuadamente que nos beneficia más si las emociones que sentimientos en el momento o las convicciones que nos ayudaran para toda la vida.

No hay que confundir convicción con una emociones desmedida.

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