“En la manera de pedir se encuentra el dar, lograr cambiar mi actitud.”
Enviado por Rubi Espinoza • 19 de Septiembre de 2016 • Trabajo • 675 Palabras (3 Páginas) • 159 Visitas
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“En la manera de pedir se encuentra el dar, lograr cambiar mi actitud.”
Hace 14 años aproximadamente, ingresé a la educación primaria, que fue, para ser sincera, un fiasco casi en general.
Comenzaré contando que estuve en varias escuelas primarias gracias a mi indisciplina, no es algo que me enorgullezca contar, pero me parece destacable mencionarlo en este texto. Cada año era muy incómodo entrar a una escuela nueva, un salón nuevo, y por lo tanto a un grupo nuevo, el cual ya estaba muy integrado y el echo de que llegara alguien nuevo era un tanto incómodo para ellos y en especial para mí. Debo aceptar que mi comportamiento con mis compañeros no era muy agradable, además era muy platicona, de esos típicos alumnos que terminan sus trabajos y se levantan de sus lugares a platicar y distraer a sus demás compañeros, en fin, mi comportamiento en el salón de clases propiciaba a que año con año mi mamá tuviera que andar buscando una primaria nueva porque en la que estaba ya le habían advertido que terminando el ciclo le entregaban mis papeles gracias a mi actitud.
Tengo recuerdos tanto buenos como sumamente perturbantes de mi primaria, para empezar, las maestras de primero y de cuarto fueron las personas que me trataron de la manera más cruel posible para la edad que tenía, pero así como hubo malo también hubo cosas muy agradables, recuerdo con bastante cariño a mis maestras de segundo y tercero ya que ellas me tuvieron la paciencia que nadie antes me había tenido además me ayudaron a cambiar mis actitudes, pero recuerdo más en especial a mi maestra de sexto, un amor tanto de maestra como de persona, gracias a ella y al especial trato que tuvo conmigo me ayudó a cambiar mi forma de ser, en ese ciclo escolar aprendí bastante en cuanto a conocimientos pero aún más destacable, aprendí a comportarme como una señorita que era ya para mi edad, ella fue la persona más paciente con la que me relacioné en mi educación primaria, además me recuperé en aprendizajes que me hacían falta para el año escolar que cursaba, cambié en gran medida mis actitudes, comencé a comportarme de mejor manera y a tener mejor disciplina tanto en el salón de clases como fuera de él. Ella era una persona sumamente cariñosa con toda la gente, tenía un carisma muy agradable, era demasiado inteligente y además muy paciente con el grupo, cabe mencionar que este último era un grupo muy inquieto, habíamos varios compañeros que teníamos problemas de indisciplina pero eso no representó un problema por mucho tiempo para la maestra puesto que ella tenía las técnicas adecuadas para mantener controlado al grupo y fomentar a incrementar las buenas actitudes, todos o casi la mayoría teníamos una buena comunicación entre nosotros y más aún con la maestra, trabajábamos muy bien, la maestra hacía las clases muy agradables con dinámicas y juegos y al mismo tiempo aprendíamos.
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