En muchas ocasiones de mi vida académica y fuera de ella
Enviado por Elena Dickinson • 2 de Mayo de 2018 • Apuntes • 2.031 Palabras (9 Páginas) • 165 Visitas
En muchas ocasiones de mi vida académica y fuera de ella, en diferentes materias y con diferentes profesores, nos han encomendado la tarea de llevar acabo de principio a fin la lectura de algún libro en específico para complementar algún tema visto anteriormente en clases, y es muy normal que dependiendo de la materia sea tan interesante, pesado, muy difícil de entender o sin tanto chiste el libro en cuestión. Es extraño y no soy la única que lo piensa pero en automático cuando nos dicen en la escuela que tenemos que leer un libro lo juzgamos de aburrido sin siquiera haberle dado una oportunidad antes. Estamos (o hablando personalmente yo estoy) acostumbrados a otro tipo de “literatura”, que cuando nos hacen leer algo que no está de moda o que no tenga tantas ilustraciones o cosas de esta índole probablemente nos cueste trabajo comenzar con la “dura” tarea de leer para la escuela. El libro con el título de “Ética para Pancho” solo me decía que trataría de lo que vemos comúnmente en la escuela en clase ética (valores, la moral, lo inmoral, lo amoral, etc.) y en mi opinión no me resultaría algo tan interesante pero cuando comencé a leer note que la lectura no sería como pensaba que seria.
Cuando lees algo en física como la tercera ley de Newton resulta un poco más fácil de entenderlo hasta que el maestro la ejemplifica con algo de la vida cotidiana (digamos: Si Juanito le pega a Raulito en la cara a Juanito también le dolerá su puño ya que a toda acción corresponde una reacción y bla bla bla.) dicha ejemplificación aparte de probablemente hacernos reír incluso puede que a partir de dicho ejemplo el alumno nunca olvide en que consista le tercera ley de Newton y aunque no se sepa de memoria el concepto, este pueda explicar cuál es su esencia, pero ¿Porque? La verdad no tengo un estudio que patente mi idea (tampoco me he dado la tarea de buscar dicho estudio) y sin embargo he notado personalmente que es más fácil entender y aprender algo cuando lo intentas explicar con la vida cotidiana, con cosas que pudieron ocurrirle a más de uno y que se sientan identificados, no solo en la materia de física sino que cualquier información que podemos ver en clases y eso es lo que logra el libro de “Ética para Pancho”, intenta explicar algo que para muchos pueda ser tan sencillo y son los mismos que dicen la típica frase de “es que ética es la materia más fácil que se ve en la escuela”, y sin embargo no creo que se deba de tomar tan a la ligera algo tan importante como los valores, como los principios morales que cada vez son menos vistos en la sociedad, una sociedad moderna tan irrespetuosa que si no se respetan a sí mismos, ¿Qué podemos esperar de ellos para con nuestra persona? . Cada vez es más fácil ver en nuestro contexto social personas que no saben qué hacer ni cómo actuar con cosas delicadas como llevar una vida sexual activa responsable o el consumo de drogas; las estadísticas, un simple vistazo a nuestros amigos o conocidos, todo apunta a que no se le está dando la debida importancia a decisiones que marcaran nuestra vida de por vida.
En lo personal tengo por mala costumbre comenzar un libro sin leer la introducción (que en este caso sería el aviso pedagógico) y el prólogo, comenzando desde el capítulo 1 y en adelante solo que en esta ocasión leí estas dos partes y creo que desde ahí me empezó a convencer. Se me hizo muy genial la historia detrás de este libro y creo que yo como muchas personas que han leído este libro nos sentimos identificados así que yo en lo personal pase a ser Pancho, yo pase a ser la persona que tiene dudas con la ética (dudas que nunca me di la tarea de responder) y fue de mucho enriquecimiento leer historias tan prácticas.
“A todos nos gusta soñar con la luna”. Cuando nos dan una plática motivacional en la escuela, o alguien nos cuenta algún sueño imposible que se hizo posible, o cuando alguien nos cuenta mil y un cosas (que no siempre son reales) sobre cumplir nuestros sueños, sobre que somos capaces de lograr grandes cosas y más cosas por el estilo; a partir de estos momentos de impacto (porque nos marcan, nos impresionan y nos hacen crearnos ideales) desarrollamos sueños a corto, mediano y largo plazo, y al terminar la plática nos sentimos cual superhéroe capaces de lograr todo lo que nos propongamos y nos sentimos bien y nos dan esperanza pero casi siempre terminamos desilusionados porque al primer intento fallido nos sentimos inútiles y estafados por dichas personas, porque lo que decían no era verdad (y pueda que sea cierto). Es bueno soñar, tener metas en la vida y encontrar un propósito para el cual luchar, lo difícil es ser persistentes y afrontar todos los problemas que vendrán en nuestro intento de pasar nuestros sueños de la fantasía a la realidad. Y es que estas pláticas llegan a ser un poco huecas, es bueno ser soñador pero uno también tiene que ser realista y tener los pies en la tierra, cosa que note en la segunda historia que presenta el libro “El Piedras”, historia que cuando leí me quede de cielos que bonita reflexión, pero cuando el autor dio su opinión de ¿qué pasaría si él no hubiera ganado dicho concurso? La historia no tendría sentido y perdería su esencia por lo que no es muy aplicable y me quede de -vaya ya lo creo. El libro habla con historias prácticas sobre lecciones de vida, sobre los fundamentos que debería tener una persona y a partir de ellos hacer cualquier toma de decisiones, lo hace de una manera sutil que aunque puede incomodar a alguna persona porque se sienta identificado con lo que está leyendo pero te hace reflexionar “a la buena” y más allá de esto es real. Su mensaje es real. Y creo que eso supera a muchos libros de superación personal o platicas motivacionales ya que esto es real, no solo porque está basado en historias reales sino que es aplicable a situaciones reales y cotidianas de cualquier individuo, no te da ilusiones o esperanzas vacías donde todo es posible con solo quererlo, sino que claramente te dice que esto va más allá de un sentimiento de deseo si no de acciones, de poner los pies en la tierra, de estar consiente que no será fácil pero que mucho dependerá de nosotros, de nuestra actitud y de realmente cuanto queremos lograrlo. A todos nos gusta soñar con la luna, con poder con todo lo que nos propongamos y queramos pero muy pocos luchan para conseguir sus ideales a capa y espada, de ahí nace el sentimiento de frustración e infelicidad de muchos de nuestros conocidos, o incluso de nosotros mismos.
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