Ensayo Argumentativo Filosofía y Psicología La inteligencia emocional.

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La inteligencia emocional

Joel Ignacio Eyzaguirre Eyzaguirre                                                                                                       Filosofía y Psicología III° Medio “B”, 2015

¿Por qué existen personas que parecen dotadas de un gran don que les permite vivir muy bien,  a pesar de que no sean las que más se destacan por su inteligencia racional? ¿Por qué no siempre el alumno “más inteligente” termina siendo el más exitoso? ¿Por qué algunos son más capaces que otros para superar obstáculos y ver las dificultades desde una óptica distinta? ^[1] Yo no voy a negar el hecho de que la noción de inteligencia está relacionada con la capacidad de escoger las mejores alternativas en la búsqueda de una solución. Y emocional, por otro lado, es aquello perteneciente o relacionado con la emoción, un fenómeno psicológico y fisiológico que supone una adaptación a los cambios, a las demandas del ambiente, siendo también lo emotivo, ser sensible a las emociones. Pero ¿puede haber alguna relación entre ambos conceptos?

El concepto de inteligencia emocional fue popularizado por el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, y hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos, lo que implica cinco capacidades básicas: descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales. La persona, por lo tanto, es inteligente (hábil) para el manejo de los sentimientos. Se ha criticado el trabajo de Goleman, por asumir la existencia de un tipo de inteligencia asociada a las emociones. Se señala que la obra de Goleman contiene conceptos errados sobre qué es la inteligencia, yendo incluso a contramano del consenso científico en la materia. Aun así, existen investigaciones científicas (explicadas más adelante) relacionadas con su uso que muestran resultados muy positivos. Es por eso que yo considero que el uso de la inteligencia emocional provee de grandes ventajas y que su impacto en las personas es más positivo de lo que algunos sostienen, ésta será la postura que voy a defender en este ensayo.

Como primer argumento daré a conocer que la ciencia ratifica la tesis de Goleman, ya que la inteligencia emocional tiene una base física en el tronco encefálico del cerebro, encargado de regular las funciones vitales básicas. El ser humano dispone de un centro emocional conocido como neocórtex, cuyo desarrollo es incluso anterior a lo que conocemos como cerebro racional. La amígdala cerebral y el hipocampo también resultan vitales en todos los procesos vinculados a la inteligencia. La amígdala, por ejemplo, segrega noradrenalina que estimula los sentidos.^[2] 

Para mi es importante, tal vez desde un punto de vista anecdótico y subjetivo, ya que en mi vida diaria me he dado cuenta que las personas que cuentan con importantes niveles de inteligencia emocional son individuos que consiguen las siguientes metas en su relación con los demás: quienes los rodeamos nos sentimos a gusto con ellos, al estar a su lado no se experimenta casi ningún tipo de sensación negativa, confiamos en ellos cuando se necesita algún consejo, etc. Tal vez resulte más importante en estos tiempos, ya que nuestro modus vivendi es bastante competitivo y estresante. Y cuando encuentras a alguien, un amigo o amiga que es capaz de alegrarte con la cosa más mínima (“tirar la talla”) y si él o ella es capaz de reconocer y de manejar todas  las emociones que uno experimente significa que tiene mayor capacidad de relación con los demás, porque consigue entenderlos al ponerse en sus posiciones.

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