Ensayo De Pasion Y Futbol

Vivimos en un mundo globalizado y sin memoria, pero particularmente en un país de apasionados, como realmente somos los colombianos, en donde el futbol se ha convertido en un hecho cotidiano por obra y gracia de las bolas de trapo en los barrios marginados, las canchas improvisadas en colegios, veredas y hasta en empresas, pero desde luego, gracias a los medios masivos de comunicación.

Todos los días, los informativos de prensa escrita y televisión, particularmente, dejan buenos espacios para hablar de futbol y si estamos en una época febril como un mundial, las otras informaciones pasan a un segundo plano y todos, hinchas o no, comemos, respiramos, vivimos futbol!!

Infortunadamente, en los medios, especialmente en la radio, existen programas especializados en donde el lenguaje bélico es el que domina, espacios en los que los comentaristas se centran en discusiones que sorprendentemente, muchas de sus audiencias disfrutan, generando el ratting que la radio y por supuesto los patrocinadores requieren.

Los mismos términos “barras bravas”, “partido a muerte”, etc, están cargados de pasiones mal entendidas que olvidan la esencia misma del deporte como espectáculo para la familia, o acaso no encontramos escenas cotidianas en las que, niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, desfogan unidos, su alegría, angustia, rabia y amor. Familias que se preparan para vivir juntas La Pasión del Futbol y tal vez, sean los únicos planes que precisamente como “familia” comparten.

Muchas de estas Personas, tal vez en no pocas ocasiones han sido defensores de la idea de que el ser humano no tiene precio, pero a su vez avalan que sus jugadores favoritos tengan un alto costo y sean vendidos al mejor postor. Por qué? Porque gracias a la contaminación de informaciones y campañas publicitarias, y a nosotros, los consumidores, muchos ven más rentable patrocinar un partido de futbol por veinte millones de pesos, que un concierto sinfónico o una dotación escolar, que sólo requiera de un millón. Es aquí donde vemos que la tan mentada responsabilidad social empresarial solo es un saludo a la bandera, pues solo importa el número de potenciales consumidores que el número de heridos, muertos y daños que puede generar un solo partido.

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