Ensayo Familia, Sociedad y Cultura como determinantes del individuo
Enviado por Yolanda Torrado Peñaranda • 3 de Marzo de 2019 • Tarea • 2.230 Palabras (9 Páginas) • 1.174 Visitas
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Doctorado en Ciencias de la Educación Análisis del Comportamiento Humano |
Nombre del Alumno (a) Yolanda Torrado P. Matrícula mdco 18055 |
Nombre de la Tarea Actividad 2.1 Ensayo Familia, Sociedad y Cultura como determinantes del individuo |
Nombre del Profesor (a) Dr. Gustavo López Alonso Agosto 31 de 2018 |
FAMILIA, SOCIEDAD Y CULTURA COMO DETERMINANTES DEL INDIVIDUO
Epígrafe
"La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida".
(San Juan Pablo II).
Introducción
Familia, sociedad y cultura constituyen son factores que en conjunto aportan elementos que resultan determinantes para la generación de un entorno, así como para los diversos roles que se pueden desempeñar en él. En el presente trabajo es de particular interés llevar a cabo un análisis de cómo estas tres esferas intervienen en la evolución del rol estudiantil y de qué manera la narración (como un elemento del entorno) puede llegar a mejorar las habilidades de lectoescritura en los estudiantes.
A partir del texto “Familia, Sociedad y Cultura como determinantes del Comportamiento Humano” de Candamil y Grajales (1998), se ha elaborado este ensayo cuyo objetivo es dilucidar las influencias culturales y sociales sobre el comportamiento del ser humano, a la vez que, teniendo en cuenta que el Proyecto de Tesis Doctoral involucra una población estudiantil, se ha escogido este rol, para el énfasis del análisis en esta tarea.
Desarrollo
Lectura como componente de desarrollo en el entorno sociocultural del estudiante
Familia, sociedad y cultura hacen parte del ambiente dentro del cual el ser humano se gesta, nace y se desarrolla. Estos tres elementos son determinantes del rol que cada individuo desempeña e influyen de manera conjunta en su comportamiento.
Es en el entorno familiar donde se dan las primeras relaciones del ser humano. La familia brinda el sostenimiento necesario durante la infancia y la niñez, su función además de crianza y protección es hacer del hombre un ser capaz y autónomo.
Es en la familia donde la persona conoce los límites hasta los cuales puede llegar, es decir, en el ambiente familiar el ser humano aprende a seguir las reglas, en otras palabras las normas y la autoridad.
Si un niño nace en una pequeña comunidad que geográficamente se halla ubicada en una costa -por ejemplo-, es muy probable que en su familia se ejerza la pesca como medio de subsistencia y que en su herencia cultural abunden elementos que giren en torno al mar y a los otros elementos presentes en el entorno físico costero. Para lograr una convivencia armoniosa entre los distintos miembros de este grupo, o del grupo con el ecosistema en el que habitan, ha de surgir un sistema de valores y principios que ayude a evitar la aparición de conflictos, que preste herramientas a la resolución de los que surjan y que brinde un soporte la conservación de la ya mencionada herencia cultural, en otras palabras, que se genere una sociedad que alcance un grado de refinamiento que haga posible el entramado del tejido social, pues tal como afirman Burgiére y Otros, citados por Candamil y Grajales (1998), en la Lectura Historia de la familia (Tomo I), Sin familias no habría sociedad, pero tampoco habría familias si no existiera ya una sociedad.
Con el planteamiento de este sencillo ejemplo, se pretende dar a entender cómo la familia, la sociedad y la cultura chocan, se mezclan e incluso se confunden en una comunidad. Así mismo, se quiere con este mismo caso, no sin cierta cautela, discutir no sólo la influencia del entorno sociocultural, sino cómo dicha influencia puede ser encausada para la promoción de ciertos comportamientos o habilidades «deseables» en los individuos, la lectoescritura para un caso en particular.
Volviendo a las soleadas playas de la mencionada comunidad costera, encontramos que los individuos estarán en contacto con la pesca desde temprana edad, así que no es difícil imaginar que los infantes tendrán rápidamente un dominio -aunque sea rudimentario- de ciertas actividades del quehacer pesquero y que éste, a su vez, les fue transmitido por los adultos con los que comparten un parentesco cercano.
Una vez alcanzada la edad adulta, los individuos que demostraron un alto desarrollo de características valoradas por la sociedad tendrán preferencia frente a los que no, a los cuales se les dificultará encontrar pareja y conformar, a su vez, una familia. De lo anterior podemos ver cómo el desempeño individual implica una serie de consecuencias a la hora de relacionarse, no solamente con potenciales cónyuges, sino que puede acarrear repercusiones frente al núcleo familiar o incluso la sociedad en general, pues el hombre al desarrollarse en cierto tipo de entorno desarrolla una dependencia de la vida comunitaria en mayor o menor medida; pero siempre presente, por lo cual, el rechazo se halla entre las peores cosas que le pueden ocurrir.
Es gracias a que la familia está inmersa en la sociedad y que cuenta con el conocimiento de lo que resulta indeseable, se puede servir de los temores y las prohibiciones para mantener a sus miembros dentro del marco de lo tradicional, entendiéndose como lo que de ellos se espera.
Ahora, el ser humano vive en una sociedad que es por mucho, más compleja que la planteada en el ejemplo. La cultura actual no gira en torno de habilidades prácticas y lo que se espera de las personas va más allá de ser simplemente funcionales, y ¿qué es ser funcional? Pues para complicar un poco más las cosas, el entorno está cambiando, las riquezas materiales han dado un paso a un lado para abrirle espacio a la riqueza inmaterial, y es aquí, dónde como sociedad, es necesario dar un salto hacia la promoción de comportamientos que impulsen el desarrollo del potencial humano, empezar desde el individuo y a partir de él perforar a los sucesivos niveles socioculturales existentes.
Como ya se ha mencionado, la sociedad ha alcanzado un nivel de complejidad tal, que ya no son los familiares cercanos los que imparten el conocimiento a los nuevos miembros de la comunidad, son las instituciones educativas a través de los docentes. Ya no se es simplemente un hijo, un hermano o un primo; en las aulas el grado de familiaridad se desdibuja y es complicado decir si los maestros asumen una relación de parentesco con sus estudiantes, pues es el Estado por medio de la institución el que sustituye a la familia. Incluso es difícil decir que se trata de una sustitución porque como se afirma en el texto de Burgiére, “hemos visto que la familia es una institución flexible y que puede adoptar múltiples formas que combinan de distintas maneras lo social y lo biológico según el lugar y la época.”
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