Ensayo La hambruna.

La hambruna.

Una de las más grandes necesidades del hombre es el hambre, siendo está muy importante en nuestra vida diaria y con la cual  no podríamos sobrevivir.

Desanima a cualquiera saber que hoy, en pleno siglo XXI más personas están muriendo de hambre que de cualquier enfermedad mortal, por ello, la hambruna no es cualquier cosa que debemos dejar pasar, es un problema muy serio y muy grave que hasta la fecha no hemos podido solucionar.

El hambre en un mundo caracterizado por la abundancia no sólo es una vergüenza moral, sino que es también una violación del más fundamental de los derechos humanos, el derecho a una alimentación suficiente.

Pero para comenzar expliquemos primero que es la hambruna.

La hambruna es una situación que se da cuando un país o zona geográfica no posee suficientes alimentos y recursos para proveer a la población, elevando la tasa de mortalidad debido al hambre y a la desnutrición.

Alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre (16% de la población mundial) o de cosas relacionadas con ella.  El 75% de los fallecidos son menores de 5 meses.

Como ya lo hemos mencionado, la desnutrición es generada por la falta de alimentos y a la vez es una de las consecuencias más graves que una hambruna puede ocasionar. Esta consecuencia tan grave es la que deja más víctimas, pero es generada por varios factores que ocasionan que una persona e incluso una nación entera deje de consumir sus alimentos como debe de ser.

 Estos factores, como ya sabemos, son o sociales o naturales, los primeros son los causados por el hombre (guerras, disturbios sociales, etc.) y los segundos por la naturaleza (huracanes, sequias, inundaciones, etc.). Podríamos decir que la más grande consecuencia que genera la hambruna, es la muerte.

Para acabar con el hambre empecemos con los niños.

En el Programa Mundial de Alimentos creemos que la llave para resolver este problema está en los niños y niñas que aún no han nacido. Cada año cerca de 30 millones de mujeres en todo el mundo dan a luz bebés con bajo peso—o sea menos de 2.5 kilos. En casi todos los casos los bebés nacieron de madres que también estaban desnutridas. Si solo pudiéramos adecuar nuestros esfuerzos para asegurar que estas mujeres y sus bebés tuvieran acceso a alimentos nutritivos y asistencia básica de salud, lograríamos ver los cambios rápidamente. Esto es alcanzable:

Dar alimentación suplementaria a madres y niños por un año, cuesta menos de un dólar a la semana por beneficiario. Y eso incluye los costos de fortificar los alimentos con micro nutrientes, tales como Vitamina A, hierro y yodo. En otras palabras, comencemos por nutrirlos bien y mantengámoslos bien nutridos. (James T. Morris, D.E., 2005).

Se sabe que la hambruna es causada tanto por la naturaleza como por el hombre, pero desgraciadamente no podemos controlar los fenómenos naturales que son los que cobran más vidas cuando de hambrunas se trata, pero si podemos prevenir para que estos fenómenos no lleguen a tener un impacto devastador en una sociedad, para esto se necesitaría que las naciones enteras contaran con un nivel económico aceptable para proveer recursos a todos los habitantes de su nación, pero la realidad es que en la actualidad y en el pasado, siempre han sido más los países pobres que los de primer mundo.

Estos casos se pueden dar más en las zonas Rurales de África, ya que ahí es donde el 60% de mujeres y niños mueren cada día.

Algunas ONGS que trabajan específicamente en África para lograr terminar con este problema son: África directo, África Esperanza, Ayuda urgente a África, Africando, África arco iris, Fasub, África viva y algunas otras.

Año con año se intenta vencer el hambre en el mundo. Aunque algunos otros lo ven imposible.

El Secretario General de la ONU (2015) subrayó que no se podrán conseguir los objetivos de la Agenda 2030 sin un progreso rápido hacia la erradicación del hambre y la desnutrición y enfatizó que el hambre “es mucho más que la falta de alimentos, es una terrible injusticia”, pienso que la hambruna en África es casi permanente y será más que difícil terminar con ella.

En consecuencia: "¿cómo juzgará la historia a una generación que cuenta con todos los medios necesarios para alimentar a la población del planeta y que rechaza el hacerlo por una obcecación fratricida?" (Juan Pablo II)

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