Ensayo: Pena de Muerte

UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

DERECHO

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Ensayo: Pena de Muerte

Asignatura: Expresión oral y Argumentativa

Docente: Álvaro Franco

Elaborado por: Gabriel Fernando Pérez Mendoza y David Antonio Peña Pavón

MANAGUA, 21  DE NOVIEMBRE  DEL 2016

La Pena de Muerte es un tema controversial ante la esfera pública, aunque mayormente está abolida en la mayoría de los países de América. Europa, África, y Asia, todavía existen grandes países como Estados Unidos y Japón  que la contemplan en sus normativas penales como un castigo para el delincuente.

Desde los inicios de las civilizaciones, pueblos antiguos como Grecia, el Imperio Romano, Babilonia, entre otros han utilizado la pena de muerte como castigo para aquellos delitos muy graves, como el asesinato.

Aunque hay países que usan la pena de muerte como castigo surgen inquietudes acerca de la necesidad de  despojar de su vida a una persona  por un crimen que cometió y si esta práctica es justa. Desde la antigüedad, castigar con la muerte a un criminal ha sido una constante crítica en diversas culturas y en prácticamente todas las épocas.

Un ejemplo de esto es:

La ley del talión, el sistema jurídico de los sumerios en el cual ya se establecía que la pena siempre iba en relación con el crimen cometido. Es lo que denomina como el  "principio de reciprocidad". Estos recedentes históricos fueron las bases de la mayoría de ordenamientos jurídicos de la actualidad.

¿Es la pena de muerte justa?

En el mundo actual, incluyendo a Nicaragua, todavía algunas personas opinan que es justo y necesario aplicar la pena de muerte a quienes cometen crímenes de extrema gravedad, tales como asesinatos atroces.

El castigo debe de ser de igual proporción al daño producido. Es decir, estamos ante la famosa frase "ojo por ojo, diente por diente" es decir que todo criminal que ha cometido homicidio merece una pena igual, entonces si mata merece la muerte. Es posible que la pena de muerte sea una manera de equidad una muestra de equilibrio entre daño y castigo.

Desde este pensamiento, se podría decir que la pena de muerte es justa o al menos busca la justicia para la víctima, cabe mencionar que lo que busca el sistema penal de Nicaragua o de cualquier país se busca que los criminales tengan una oportunidad  para volver a reintegrarse a la sociedad.

Un sistema de sanciones no necesariamente debe regirse por el principio de reciprocidad antes citado. Lo que se busca es que haya menos delitos, menos delincuentes.  Y la pena de muerte, en los países en donde es aplicado, hasta el momento no ha demostrado ser lo suficientemente eficaz para disuadir a los potenciales criminales.

En general, la pena de muerte está desacreditada, la misma ha sido abolida en muchos países y es rechazada por la mayor parte de las personas, ya sea por convicciones religiosas y humanitarias o por simple sentido práctico, considerando que no impide y ni siquiera reduce los altos niveles de criminalidad.

Fernández F. (2003) cita el siguiente pensamiento: "Para defender la pena de muerte se suele presentar ésta como un medio de corrección e intimidación. Pero la historia y la estadística prueban plenamente que desde Caín el mundo jamás se ha corregido o intimidado por el castigo ¡Miserable sociedad ésta que no ha encontrado otro medio de defenderse que el verdugo y que proclama su propia brutalidad como una ley eterna" (K. Marx, 1853).

De acuerdo con el moderno derecho humanitario, la pena de muerte no es considerada como un acto de justicia, sino como una forma de castigo desmedida e innecesaria. Inclusive, según Amnistía Internacional es una cruel modalidad de tortura. (La Prensa, 2015).

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