Ensayo - Pequeño tratado de las grandes virtudes

NOMBRE: MARÍA MELISSA GONZÁLEZ.

PEQUEÑO TRATADO DE LAS GARNDES VIRTUDES

ANDRE COMPTE-SPONVILLE

El libro titulado “pequeño tratado de las grandes virtudes” escrito por André Comte-Sponville habla de dieciocho grandes virtudes que llega a tener el ser humano en el transcurso de su vida, especialmente la virtud de justicia, que es la temática principal que se abordará en este ensayo.

En primer lugar, el libro según el autor nos dice que la justicia es la última de las cuatro virtudes cardinales, las primeras tres son la prudencia, la templanza y la valentía y que estas solo son virtudes cuando se hallan al servicio del bien, es decir sea cual sea la virtud no se puede prescindir de la justicia ya que si estas virtudes estuvieran al servicio del mal o de la injusticia, no serían virtudes, sino simples talentos o cualidades, cualidades de la mente o del temperamento como menciona Kant, y que a comparación de las otras virtudes, la justicia es la "única absolutamente buena y no es una virtud como las demás, sino es el horizonte de todas ellas y la ley de su coexistencia, es una virtud completa" (Aristóteles), ya que todo valor la supone y toda la humanidad la requiere ya que la justicia es más valiosa que el bienestar o la eficacia, y aunque fuera por la felicidad de la mayoría no podría ser sacrificada ya que sin ella los valores dejarían de ser valores, serían más bien intereses y no valdrían nada, también que a diferencia de la prudencia la justicia hunde sus raíces en el entendimiento, es decir no consiste en conocer o en juzgar acerca del actuar, sino en el mismo obrar, en actos hacia el exterior, por eso radica en la facultad de la voluntad, por la que queremos lo bueno y lo ponemos en obra.

Así mismo la justicia se diferencia también del resto de las virtudes cardinales porque se orienta no hacia uno mismo, sino hacia los demás, y en la medida en que consiste en obrar con rectitud en relación a los otros, por eso se dice que la persona justa se comporta correctamente con los demás, que es distinto, si puede decirse así, de “comportarse bien” con uno mismo o como lo define Tomás "el hábito según el cual uno, con constante y perpetua voluntad, da a cada uno su derecho", es decir, lo que le corresponde a cada uno, lo suyo, lo justo". (Potdevin, 1993)

Por otra parte desde el punto de vista legal, el libro menciona que el justo es el que no viola la ley ni los intereses legítimos del otro, ni el derecho en general, ni los derechos de los particulares, en pocas palabras, aquel que solo toma la parte de bienes y de males que le corresponden, pero la justicia, según Platón, "es lo que protege la parte de cada uno, su lugar, su función, preservando así la armonía jerarquizada del conjunto" (Platón, Critón), este segundo punto se halla más cerca de la moral que del derecho mismo, ya que la moral está por encima de las leyes, la justicia está por encima de las leyes, al menos cuando se trata de lo esencial, considerando lo esencial como la libertad de todos, la dignidad individual, y los derechos, primero del otro.

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