Ensayo Sobre Sociedad Y Cultura

El presente ensayo versa sobre la relación que la teoría crítica de la sociedad, de la primera generación de la llamada Escuela de Frankfurt, puede mantener con los discursos posmodernos. Para ello nos hemos concentrado en el problema de la emancipación social. Nuestra hipótesis sostiene que tal relación no descansa en una crítica radical a los discursos posmodernos, pero tampoco los asume acríticamente. En este sentido, vale decir que la teoría crítica comparte parcialmente aspectos resaltados por los posmodernos en cuanto a la emancipación y la crítica de la razón instrumental, aunque rechaza las tendencias disgregadoras del sujeto colectivo presentes en los mismos. Para cumplir con esta labor, partiremos, primero, de una presentación su-cinta de la teoría crítica señalada, luego, de una presentación típico ideal del discurso posmoderno, y, finalmente, de una contrastación entre ambas posturas.

Finalmente, queremos dar cuenta de que estamos al tanto de lo impropio de la denominación de “Escuela” para la “primera generación” de la teoría crítica de la sociedad. Es difícil concebir una Escuela de tres pensadores cuya obra ha carecido de continuidad seria. Además, ni siquiera entre ellos tres se mantiene una concepción homogénea de la teoría crítica. En este sentido, se puede decir con seguridad que Adorno y Horkheimer trabajaron durante muchos años juntos y mantuvieron una posición de la teoría crítica hasta el final de sus días, a saber, aquella según la cual ésta debía ser preservada para el futuro, habidas cuentas de la inexistencia en el presente de sujetos colectivos portadores de una acción social emancipadora (Horkheimer, 1969, 300). No obstante este punto de encuentro, también resulta válido decir que hay matices que diferencian a ambos autores. En este aislamiento dialógico de la teoría, Adorno se inclinó hacia el análisis estético y Horkheimer defendió hacia el final de su vida una teología negativa como esperanza. Mayor aún es la diferencia con respecto a Herbert Marcuse. Este último se negó contundentemente a la posición solipsista que sus compañeros parecían tomar. Inclusive, en Ensayo sobre la liberación (1968), uno de sus textos más difundido, se separa tajantemente de los principios originarios de la teoría crítica de los treinta, volcándose hacia posiciones más afirmativas y utópicas. En resumen, Marcuse nunca renunció al diálogo político con aquellos que, en diferentes momentos de su reflexión, consideró sujetos potenciales de la emancipación colectiva.

TEORÍA CRÍTICA DE LA SOCIEDAD

La crítica de la sociedad y de la cultura en el pensamiento contemporáneo occidental no ha sido monopolio de los marxismos. Además de Marx, y los que se denominaron sus seguidores, muchos otros pensadores aportaron a la negación de una civilización que se trastocaba en barbarie. Hasta es posible afirmar, siguiendo la crítica

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