Ensayo de Cs Política 3 tercios

ENSAYO DE CIENCIA POLÍTICA

Integrantes:

KATHERIN MOLINA

ORIANA CONTRERAS

INTRODUCCIÓN

“¿Un escenario de “tercios” en el sistema de partidos chileno, que efectos podría tener para la gobernabilidad del país?”.

Chile presenta un escenario politico que por mas de 26 años que ha llevado a tener un Congreso  homogenio en la correlación de fuerzas , salvo algunas incrustaciones de independientes, con representatividad cercana 50 por ciento  de cada sector, lo que no necesariamente nos hace pensar que las decisiones respecto de determinados proyectos que el ejecutivo ha intentado aprobar, han tenido éxito.  Es necesario recordar que con la asunción del segundo periodo de la Presidenta BACHELET, los legisladores daban cuenta de un escenario favorable para impulsar las transformaciones que sugería el programa del actual Gobierno, esto producto de que la centroizquierda o bloque progresista contaba con una mayoría relativa en ambas cámaras.  Sin embargo, las distintas transformaciones han tenido algunos reveces o derrotas políticas como consecuencia del “descuelgue” de algunas fuerzas emergentes que se ubicaron exidistante de la tradicional centro izquierda, lo que evidentemente hoy genera una incertidumbre de representatividad respecto de las dos Coaliciones que han gobernado el país.

El Congreso ha aprobado un nuevo sistema electoral, que debutará para las elecciones del año 2017.

De ahí que cuestionarse la posibilidad del surgimiento de una tercera fuerza politica, nos llevaría a un nuevo escenario electoral, donde la figura de los tercios surge como una renovada apuesta, pero que aun esta distante en su consolidación.

DESARROLLO DE ARGUMENTO

Con la llegada de la democracia a Chile y las primeras votaciones del 5 de octubre del año 1989 (plebiscito), trajo consigo un nuevo momento político, primero con la elección del Presidente Aylwin y la instala del nuevo Congreso Nacional (buscar fecha) surge quizás el proyecto político más importante de la transición como lo fue la concertación de partidos por la democracia.

  sistema electoral, denominado “Binominal”, de representatividad bipartidista, cuyos escaños en el Congreso fueron repartidos, de acuerdo a dos listas que se presentaban por dos conglomerados, (Alianza por Chile y la Concertación), siendo unos de derecha y el otro de izquierda, donde dos candidatos por cada lista, competían en las diferentes circunscripciones o distritos del país.

De esta manera, pasó a la historia, el sistema existente hasta antes del año 1973, donde existían tres fuerzas políticas, las cuales se repartían en un 30% los espacios del parlamento, representadas en ese entonces, por Jorge Alessandri de la Derecha, Eduardo Frei por una fuerza de Centro y Salvador Allende por la Izquierda.

Es así, que frente a una nueva elección presidencial y parlamentaria y con un nuevo sistema electoral, que quiebra el sistema tradicional del binominal, sumado al aumento de representantes en ambas cámaras y de la reagrupación de distritos, ha generado un quiebre dentro de la coalición o Nueva Mayoría, donde unos de sus partidos históricos, la Democracia Cristiana, ha decidido ir por un carril paralelo en la defensa de un candidato presidencial propio.

Si la Democracia Cristiana no llega a cerrar un acuerdo de ir en listas comunes con los demás partidos de la Nueva Mayoría, será complejo para ellos armar listas parlamentarias y de concejeros regionales que sean llamativas, lo que implicaría listas independientes por fuera de la coalición, pero con candidatos competitivos,  que sumen votos dentro de sus jurisdicciones electorales, ya sea, para las plazas de Senadores, Diputados y Consejeros Regionales.

Esto implicará que, muchos de sus militantes pongan en juego su tradición histórica dentro de su región, teniendo en claro que éstos serán factores a favor o en contra y con desventaja frente a sus actuales competidores, lo que puede generar un escenario para la Democracia Cristiana de una caída en el número efectivo de representación parlamentaria y de Consejeros Regionales del país.

Lo anterior, se suma a la existencia de una ciudanía desencantada de la política y con el florecimiento de movimientos sociales que se acrecientan en la lucha y defensa de reformas de peso a los sistemas tradicionales, como por ejemplo, “NO MAS AFP”, “NO MAS ISAPRES” o cambios a los sistemas tributarios, educación gratuita para todos y la eliminación del CAE, etc.

La Gobernabilidad y los sistemas electorales existentes en nuestro país, hasta las últimas elecciones, nos presentaban sólo dos bloques antagónicos. Una derecha, llevada mayoritariamente a sus extremos, así como una izquierda, representada por varios partidos contrarios a un ordenamiento derechista. Aun así, todas permitían tener una estabilidad y desarrollo político de acuerdos, donde los equilibrios de estas dos polarizaciones, lograban mantener un clima generalmente de conciliación y con algunos atisbos de leves diferencias, donde los temas valóricos, promovían esa separación ideológica.

Hoy en día, la Nueva Mayoría tiene una alta representatividad en ambas cámaras, pese a lo anterior, muchos de los proyectos emblemáticos para el Gobierno no han podido ver la luz, lo que ha implicado un deterioro en la relaciones de los actuales partidos políticos de la coalición y a la vez, un deterioro en el avance de los programas del Gobierno.

La existencia de un sistema de Tercios, sin duda que agudizaría el ambiente de acuerdos políticos, ya que, al entrar otra fuerza política al debate en el Congreso, no existiría un sector que posea mayoría porcentual. Entraría en juego la política de los acuerdos, la que ha sido tan criticada en los últimos años, lo que podría dar como resultado, un proceso de gobernabilidad parlamentaria, muy complejo en el mediano plazo.

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