Ensayo de economia y educación en pandemia COVID-19

Pandemia, crisis económica y educación.

Celedonio Aranda

Danny Ayala

Ismael Escarate

Sara Tellez

La pandemia por el COVID-19 ha traído como consecuencia un impacto en diferentes áreas de la economía, y la educación ha sido una de ellas. En el Perú, las instituciones educativas han tenido que cerrar sus locales y cambiar la manera cómo dar clase a los alumnos, pero los retos para las zonas rurales han sido de mayor impacto. La pregunta que hacemos para el desarrollo del ensayo es ¿Cuál es el impacto económico de la pandemia a nivel de la educación escolar en zonas rurales del Perú? y partimos de la hipótesis de que la pandemia causa un aumento en la deserción escolar y genera el incremento de la pobreza en las familias rurales.

Las zonas rurales se caracterizan, entre otros aspectos, por tener baja concentración poblacional, vinculados por el trabajo en campos agrícolas, la minería, el turismo e inclusive en clúster agroindustriales. Con grandes distancias entre zonas de iguales características, y con una limitada oferta de servicios básicos. Se ve una relación directa entre la situación económica de las familias rurales y el avance académico de los hijos.  

Según el Ministerio de Educación, en el último censo del 2019, la educación rural en el Perú, la mayor oferta educativa se da en el sector público. Una importante proporción de la pobreza rural se concentra en la sierra, espacio geográfico donde mayoritariamente están los agricultores familiares.

De acuerdo con el portal de ESCALE del Ministerio de Educación de servicios básicos (agua, luz y teléfono) para los colegios de las zonas rurales fueron disminuyendo hasta llegar al 2019 con 13,8%. La conectividad de los hogares en las zonas rurales es muy baja, sólo el 1.5% de las familias tiene acceso a Internet.

           Así también, otro asunto importante relacionado con la pandemia por Covid 19 es el aumento de tasa de pobreza en el Peru. Según el INEI, la pobreza en las zonas rurales aumentó en el 2020 a 43.3% y la pobreza extrema está en 73,8% en comparación al 2019 que estuvo en el rango de 34,4% y 39.4% y la pobreza extrema casi al 22%. Es importante recalcar que estas evaluaciones de pobreza se basan en la canasta familiar, pero para los siguientes años se espera una evaluación multidisciplinaria en donde también estaría incluida la educación como factor de evaluación y se podría ver una asociación mas estrecha con la pobreza.

Una encuesta nacional realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP -2020) en donde se ve claramente que las poblaciones pobres y rural han sido las más afectados por esta crisis sanitaria de pandemia. Se observó que el acceso y la calidad de los servicios básico han sido críticamente disminuidos y de mala calidad, inclusive llegando al nivel de no tener qué comer en algún momento del 2020. De acuerdo con el historiador Raúl Asensio, investigador del IEP indica que los hogares rurales ya no son solo campesinos, sino que tienen estrategias de generación de ingresos diversificadas. Todo esto se ha quebrado y obliga a las familias rurales a volver a una autosuficiencia, en la que dependen casi exclusivamente de lo que producen y lo que pueden intercambiar con sus vecinos cercanos.

           Las crisis económicas que aparecen tienen una repercusión en el ámbito de las Familias, y el manejo al capital humano tienden a retraerse (Escobar; Saavedra 2003)- Los padres deciden que sus hijos dejan de ir a clases ya sea parcialmente o definitivo para que puedan ayudar en trabajo que ayude a mantener a la familia, generando la deserción escolar. Este tipo de retracción del factor humano es parte de la reacción que hacen las familias pobres para enfrentarse a cualquier crisis. Y cuando regresan al colegio no hay el apoyo o el acompañamiento de los padres en casa para el desarrollo de las clases de los hijos por falta de tiempo y estar involucrados en actividades que generan ingresos para las familias.

El Ministro de Educación, Ricardo Cuenca, asegura que en los últimos años la tendencia de deserción escolar era a la baja en todos los niveles; sin embargo, con la crisis sanitaria desatada por el nuevo coronavirus para las zonas rurales empeoró. “La interrupción de estudios en las zonas rurales es un viejo problema en nuestro sistema educativo, es casi el doble que en las zonas rurales”.  La tasa de deserción en zonas rurales, interanual (2018-2019), en Educación Básica, paso del 11.9% al 11.8% vs el 9.2% en las zonas urbanas. (ESCALE – MINEDU)

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