Ensayo ecociudadania
Enviado por Andrés Felipe Marín castro • 19 de Enero de 2019 • Ensayo • 716 Palabras (3 Páginas) • 160 Visitas
OPINIÓN ARGUMENTATIVA DEL ARTICULO
La autonomía parte de la libertad, del principio de gobernabilidad del sujeto sobre sí mismo, con el derecho a tomar decisiones desde su conciencia, principios y formas de ver el mundo, en una sociedad donde sus ciudadanos pueden plantear libremente y de manera autónoma sus puntos de vista, permitiendo tener una calidad de vida con igualdad, pensando en el bienestar social y no solo en sus intereses individuales. sin embargo, ante la posibilidad de actuar o participar la sociedad no se hace uso de ese principio. Observemos en el mundo por plantear ejemplos, donde se piensa en no reducir las producciones de petróleo, en lugar de optar por fuentes de energía no contaminantes como las energías limpias. (la energía solar, geotérmica, eólica, entre otras) prima más el beneficio y las riquezas derivadas del petróleo, el cual impacta negativamente a la vida en general y ahora se piensa en fracturar la tierra, lo que se define como “fracking: La fracturación hidráulica, fractura hidráulica o estimulación hidráulica es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo” (Wikipedia, s.f.) para mejorar la producción de petróleo, sin considerar los efectos secundarios que esto origina, terremotos, contaminación del suelo y las especies, pero estas consecuencias son vistas con indiferencia por un considerable número de ciudadanos en el mundo. Quienes están distraídos pensando en consumir y saciar los deseos a raíz de la afectación de la especie. Pienso que estamos mareados por quienes imponen y deciden por nosotros como bien lo expresa la doctora Dolores limón Domínguez “estamos justificando un sistema de heterodesignaciones que implica la alineación, paternalismo, negación y desigualdad dentro de cualquier proceso político y social”. Falta de educación, sensibilizar y actuar frente a la problemática es la premisa. Estamos condenados al paso que vamos a darnos cuenta demasiado tarde, cuando con más rudeza la naturaleza nos siga dando lecciones. Observemos la desigualdad en la sociedad cuando quienes deciden por nosotros, están llenos de excentricidades que causan tristeza en paralelo a las condiciones adversas por las que atraviesan miles de personas hambrientas en el mundo o viendo como causamos daño con el derrame de sustancias contaminantes y miles de especies mueren a consecuencia de ello, pero reitero, es más importante para quienes solo persiguen el bien individual, como cierran la cotización de sus acciones en la bolsa del mercado internacional a costa de especies muertas por intoxicación a causa del petróleo o el cancerígeno asbesto que mata miles de personas en el mundo. Entonces frente a todos estos acontecimientos ¿Dónde está la autonomía y el principio de libertad? ¿Qué pasa con el derecho a participar y definir las políticas que defiendan las especies del mundo? Estos cuestionamientos claramente apuntan más a la indiferencia de los ciudadanos frente a los acontecimientos del entorno, la educación sin duda puede servir para solucionar muchas problemáticas como algunas planteadas en el artículo, pero afirmo que vemos educación y valores en nuestros ciudadanos, pero entonces; ¿Qué pasa? No es tema exclusivo de formarnos con academia en donde perfeccionamos con valores, es más bien de una conciencia de querer transformar nuestra sociedad, basta de pensar en el beneficio individual, es hora de formar a las futuras generaciones por el cuidado del entorno, es decir: lo público, el ambiente, el prójimo, pero eso sí, mentes con conciencia. Ahora todo este argumento quedará solo en el romanticismo del deber ser del cambio en una sociedad como la nuestra, sino actuamos y nos ponemos en función de cambiar. Pero entonces ¿Cómo hacerlo? Es una pregunta que se ha tratado de resolver en escenarios académicos y políticos, pero no se ven realmente cambios relevantes que permitan generar acciones eficaces en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra sociedad, por ello desde mi libertad y autonomía, en los escenarios que puedo actuar, el educativo especialmente al que pertenezco, defiendo el interés colectivo, donde las reflexiones se convierten en los puntos de partida para transformar las malas prácticas del individualismo y desinterés por la transformación de todos los frentes en donde los ciudadanos se puedan enfrentar y resolver los conflictos que permitan tener un desarrollo sustentable, soñando que hablemos en el futuro de una verdadera eco-ciudadanía para todos en términos de equidad, bienestar y sobretodo participación democrática.
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