Entrevista

la entrevista que Adela Micha le hizo a la Maestra Elba Esther Gordillo, la guerrillera dirigente del sindicato de maestros más grande de América Latina. Adela le lanzó varias preguntas que dejaron (aparentemente) con la garganta seca a la Maestra.

Todavía se recuerda la manera bravucona con la que Elba Esther Gordillo se comportó al retar públicamente a los entonces candidatos a la presidencia de la república exigiéndoles un proyecto educativo para México: ya lo estudiaremos como sindicato y veremos la viabilidad de su aprobación, palabras más palabras menos, lo dijo retadora.

Ha pasado el tiempo y han cambiado las condiciones. En política, se afirma, nada está escrito.

En efecto: el gobierno federal tienen un proyecto educativo que, al parecer, no termina por convencer a la maestra. El secretario de Educación, Emilio Chuayffet, se reunió con los coordinadores de los distintos partidos políticos en el Senado de la República (los que firmaron el Pacto por México) para llegar a un acuerdo definitivo sobre las leyes reglamentarias a la reforma educativa.

La Maestra se siente relegada.

Una pregunta que sigue sin una respuesta convincente quizá: ¿por qué Televisa transmitió la semana pasada esa entrevista y además le dio con anterioridad tanta y tanta difusión?

Es cierto: la transmitió en un horario nocturno propio de películas XXX pero hay dos cosas que llaman la atención: Adela Micha le preguntó si se reconocía como la mujer más odiada y más corrupta del país. Entonces la inocente Maestra respondió que no es corrupta (tampoco practica en la política el nepotismo) que ella sólo ha sido congruente con lo que piensa y que tiene una trayectoria limpia dentro del sindicalismo mexicano.

Y con una voz lenta, modulada, muy suave y pausada casi le rogó a su entrevistadora que no la tratara así.

Pocos días antes de esa entrevista la maestra sentenció que no dejará la dirigencia del SNTE hasta que se lo pidan los maestros y que dos ex presidentes le ofrecieron la SEP, cosa que ella no aceptó.

Sigo pensando que la autoridad de la maestra se ha visto devaluada.

¿A quién sirve Televisa? Si la entrevista no fue una faramalla ni editada ni cosa parecida, entonces sí debe haber un poderoso interés en comenzar a quitarle canonjías a la maestra. Y es que el tiempo lo desgasta todo, hasta las sonrisas y las poses estudiadas.

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