Es correcto comprar productos de paises que apoyan el trabajo infantil
Enviado por Pau Rubio Funez • 29 de Enero de 2021 • Ensayo • 514 Palabras (3 Páginas) • 1.328 Visitas
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¿Es correcto comprar productos que provengan de países que apoyan el trabajo infantil?
Aunque resulte difícil de creer, hoy en día todavía hay niñas y niños en el mundo que no asisten a la escuela, al colegio, o no tienen tiempo libre para jugar porque tienen que ir a trabajar. Esta situación se ha tornado muy preocupante y alarmante, ya que en su mayoría son actividades dañinas para su salud que les impiden desarrollarse adecuadamente y prolonga situaciones de desigualdad y pobreza. Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) más de 151.000.000 de niñas y niños de entre 5 y 17 años se encuentran en esta situación, es decir, casi 1 de cada 10 niños es obligado a trabajar.
El trabajo de menores no existe solamente en los llamados «países en desarrollo». Esto se da también en los países considerados como «primer mundo», tanto en Europa como en Asia y Estados Unidos, un alto número de menores es empleado para actividades remuneradas.
El trabajo infantil es una violación a los derechos humanos, derechos que debe primar en la vida de estos niños y adolescentes; entre ellos, el derecho a la recreación, a la educación, a la salud y a la integridad física. Según el análisis de la OIT, el predominio del trabajo infantil en la economía informal situada fuera del alcance de la mayoría de las instituciones oficiales en países con todo tipo de niveles de ingresos representa uno de los principales problemas para su eliminación efectiva. Sin embargo, expertos en el tema afirman que la prohibición del trabajo infantil no es la solución, sino la desprecarización laboral ya que en muchos casos el trabajo infantil está asociada con la esclavitud moderna.
Ahora bien, podemos afirmar que el trabajo infantil es una violación a los derechos de los niños y actualmente más de 85 millones de niños se ven vulnerados ante esta problemática mundial, esta es una realidad irrefutable, pero también es cierto que, en muchas medidas podría tornarse difícil no consumir productos que provengan de países que, aunque no muestren un apoyo frontal, no hacen nada para erradicar el trabajo infantil. Para no consumir todos esos productos, tendríamos que hacer una lista rigurosa y siempre estar al margen de lo que compramos y comemos, y si analizamos con mucho criterio, esta reserva o rechazo de los productos, no abriría una brecha que ayude a solucionar la problemática.
Ya lo dijo el filósofo Gilles: «la educación genera libertad y un impulso hacia el desarrollo de las habilidades individuales», ¿qué tiene que ver con todo esto? Pues la mayoría de los activistas que se han dedicado por años a erradicar el trabajo infantil, inicialmente apoyaron su deseo y frustración en este pensamiento o en algún otro que tenga correlación alguna; el motor ha sido pensar en la libertad y el centro, la educación. Nosotros no debemos hacer lo contrario, impulsar campañas, realizar foros de discusión, realizar propagandas de enseñanza son unas cuantas cosas de todo lo que se podría hacer en favor a la educación y en vía de la erradicación, pero, ¿cuántos estamos dispuestos a hacerlo?
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